Carnaval de cádiz
COAC 2024: El sabor especial de una primera cita
Una noche de estrenos, de reencuentros, de experiencias nuevas en las que todo se parece pero nada es igual
Todo lo que ha pasado en la primera sesión de preliminares del COAC 2024
El regalo estrella de estas Navidades. El Carnaval. Ventajas de este primer día el que se mezclaban los empalagosos olores de pestiños y hojaldrinas con los de la hierbabuena y el moscatel, los mejunjes propios y tradicionales para afrontar esta pandemia cíclica de gripe, covid y virus variados. El calendario no da tregua y encadena acontecimientos como bálsamo para soportar el tedio cotidiano.
Y vaya regalo. Inmejorable. Se notaban los rostros de felicidad, agradecidos. Eran muchos. Como el de Luismi Parodi, al que su pareja Inma le traía por primera vez al Gran Teatro Falla para sentir de cerca su fiesta predilecta. «Del Cerro del Moro y nunca había podido vivirlo», exclamaba este gaditano que reventaba de orgullo en el palco Platea.
El primer día siempre es especial; la primera vez que relataron de manera mítica esos principiantes de Martín. «Los primeros amores nunca se olvidan», cantaba el coro de Onuba. Actitud de gala absoluta para el estreno. En el escenario y en las butacas, de palcos a gallinero, entre las cortinas y en el palco de autoridades, donde Bruno García, Beatriz Gandullo y compañía degustaban los compases del tango por vez primera desde su recién adquirida atalaya. «Pienso estar aquí todo el tiempo que pueda», reconocía con una sonrisa la concejala, que se marca el objetivo de que sea un concurso «dinámico» después de todo el trabajo realizado en estos meses.
El enorme palco de años anteriores se quedaba hasta pequeño en el bautismo de este COAC, con la esperanza de que se dé continuidad y no suponga el capricho de ese primer día. Se sentía un ambiente especial, en la mayor parte porque el sorteo deparaba una noche entrañable. Unía al pregonero con el hijo pródigo, al Sheriff y al Selu, esos que ya compartían escena hace casi 40 años, finales en los 90 y confidencias al 100 por cien. Ni siquiera Manuel Sánchez Alba 'Noly', el Beethoven de la Viña, renunciaba a este 'First Dates' y se aupaba al primer piso para tender su mano hospitalaria a los foráneos.
Recuerdos de antaño
Piropos, besos, achuchones en esta primera cita de un Carnaval maduro que guarda memoria. Y en esos primeros entremeses la mente volaba hacia el pasado y un 2023 como punto de destino, como final de aquellos que forjaron nuestra personalidad. 'In memorian', recuerdos de quienes nos dejaron, siempre pronto, siempre antes de lo deseado.
Paquito del Mentidero, Willy, Pepi Mayo, el Joti, Antonio Matos, Ángel Noya, Antonio Burgos, el Bola, Lillo, Pepe Pizarro, El Bizco, Emilio Marín y Julio Pardo. Es duro hacer la lista pero resulta la manera idónea de saber cuánto se ha perdido en tan poco tiempo, de qué calibre es la derrota.
Y sube telón, y abren cortinas, y el misticismo de este Carnaval envuelve la escena. Como un pasodoble chirigotero, primero con ritmo, luego el piano y rompiendo en el trío. Y otra vez primera, la primera copla al nuevo alcalde Bruno García, que lo encajaba con deportividad, con el semblante que acostumbra cuando sus vecinos interactúan con él ya como regidor de la ciudad. «Es un orgullo que además alguien con el talento de Selu me dedique esta primera letra ya como alcalde», reconocía una vez bautizado. El Sheriff también le daba su toquetazo, sin querer hacer sangre pues «ya bastante tiene con ser de Jerez».
Esta primera cita se acercaba a su fin. Magníficamente servida, con un plato inicial contundente que quitaba la hambre y un segundo de aspecto malajoso pero inmejorable sabor. Con ritmo, dinámica, una cena sin más relleno que el sabor de sus coplas, que dejó a todos saciados, en su justa medida. Sin atracón, que queda mucho, sin trampantojos culinarios; un encuentro agradable que deja con ganas de más. Se trata de eso, ¿no?
