Comparsa de Martínez Ares: La ciudad invisible se llena de almas

Esta cuarta función prometía ser la mejor de las preliminares y no decepcionó. En la noche de Ares había dos invitados, pero solo uno se sentó en la mesa del autor gaditano. La noche la encumbró el grupo de Ares desde la caverna, tuvo un buen momento con la chirigota puertorrealeña y volvió a ponerse a la altura con la chirigota del Bizcocho.

Martinez Ares volvió a traer otra comparsa para el recuerdo. Tras la 'chusma' y 'Los sumisos' cerró una trilogía que el mismo explicaba en el primer pasodoble. Ares trae una comparsa distinta en las formas y el concepto, pero sigue la misma línea en el contenido con letras contundentes, con cierta irreverencia y perfectamente compuestas. Muestra de ello fue el segundo pasodoble a Kichi, Ismael Beiro y al resto del abánico político.

En la fiesta de estos payasos de la gruta gaditana se coló El Bizcocho y sus fantasmas. El autor se mantuvo fiel a su estilo de humor negro, pero metido en el repertorio. La música, de su autoría, no desentonó y la letra, marca de la casa, no bajó la calidad en ningún momento. La chirigota tiene recorrido y habrá que ver qué sorpresas se guarda el grupo para las siguientes fases, pero su sensación en preliminares ha sido inmejorable

Otra de las esperadas era la chirigota de Puerta Real, la chirigota de Antoñito y Fermín volvió a dejar un buen pase tirando del ingenio aunque este estuvo más presente en los gags entre las coplas que en las letras. Habrá que afinar más en esa parcela para llegar a cotas conocidas.

La comparsa 'Las tías de la tiza' fue una de las sorpresas agradables de la sesión. La musiquita del Lacio entró a la perfección e hizo que la comparsa, que tenía la cruel misión de competir en la misma sesión con Martínez Ares. El público se apagaba, pero ellas mantuvieron el tipo

También cantó el coro de Chiclana que con un repertorio cargado de mensajes optimistas y musicalmente delicioso pusieron todo de su parte para volver al Falla en la siguiente fase.

Menos suerte tuvieron con las musas la comparsa de Chipiona. Buenas formas, buen grupo pero la idea no llego a cuajar como ellos esperaban, sobre todo en un popurrí que se les hizo eterno.

La última chirigota, con un tipo de Carlos III de Inglaterra tuvo que luchar con el difícil trance de enfrentarse a un teatro semivacío. A pesar de las buenas formas, los golpes no llegaron a funcionar.

Vive! 

La ciudad invisible

To me pasa a mí, Los desgraciaítos

Mil noches en vela

Los mi alma

La tía de la tiza

No he salío antes porque mi madre no me dejaba