Coac 2024
La callejera invisible: coloretes para liberarse de una cárcel llamada tristeza
La chirigota de José Molina y Jesús Selma 'El Melli' pide cariño para los abuelos y respeto para los camareros
Quinta sesión de cuartos de final del COAC 2024
COAC 2024: orden de actuación de los cuartos de final en el Concurso del Falla en Cádiz

Chirigota
La callejera invisible

- Autor José Molina y Jesús Selma 'El Melli'
Es un poco pronto para hacer conjeturas y, sin embargo, no es difícil adivinar que este año a la chirigota de José Molina y Jesús Selma 'El Melli' le costará mucho revalidar el primer premio cosechado en 2023. Fundamentalmente porque su principal activo, los cuplés, este año han encontrado un rival más fuerte: los 'exageraos'.
No obstante, la tanda de cupletinas de tres en tres ha gustado mucho. Sobresalen en esta fase de cuartos los de la amiga pelirroja y el vecino cojo del pie izquierdo que busca a una pareja coja del derecho para una relación estable. Punteros también los dedicados a los hermanos siameses, al daltonismo y al barbero sin picha.
Siguen en la prisión por haber cantado tantos cuplés bordes el año pasado. Pero no parece indicar que hayan escarmentado. Las piezas fijas de este año son, si cabe, más grotescas. El popurrí sostiene el humor soez durante el arranque, mientras que las cuartetas a Eva María, un preso que se ha convertido en chica pero en verdad no se ha operado, y la del negro que lo aborda en la ducha tienen solera.
La temática de los pasodobles presenta un tono radicalmente distinto. Piden cariño para los abuelos —«que no sea la soledad la que les consuma»— y respeto para los camareros, sometidos a condiciones tan precarias como tener que trabajar cuando casi todos libran. El remate de este último mira a los ojos de los irrespetuosos: «Mañana podría ser su hijo».