ENTREVISTA AL PREGONERO
Antoñito Molina: «Ser pregonero del Carnaval de Cádiz es algo tan grande que nunca me lo había planteado»
carnaval DE CÁDIZ 2025
El artista roteño ha recibido esta semana de forma oficial el encargo de pregonar la fiesta grande gaditana
Antoñito Molina, la plaza de San Antonio y el pregón. Tres cosas que ya son una y que ponen el reloj en una cuenta atrás hasta el 1 de marzo de 2025. El artista, que cosecha llenazos por toda España con su música, recibe el honor con una mezcla de incredulidad, que ya va rebajando, y máxima ilusión por pasar a la historia de una fiesta que vive con intensidad desde niño. Y con los suyos pudiendo verlo.
- ¿Cómo han sido las primeras horas tras su nombramiento?
- Estoy muy contento y muy feliz, ha habido muchas muestras de cariño de la gente. También muy comprometido porque esto no es para menos. Esto era para haber salido corriendo. Yo que soy carnavalero sé lo que significa perfectamente la fuerza que tiene ser pregonero del Carnaval de Cádiz. Sólo con decirlo me parece que es algo demasiado grande. Pero al mismo tiempo me digo a mí mismo que cómo voy a decir que no cuando me han insistido y cuando me han tratado con tanto cariño. Es verdad que era difícil rechazarlo y ya estoy enamorado de todo lo que está pasando y quiero disfrutarlo desde ya. Y, por supuesto, trabajarlo a muerte.
- Dijo en la presentación que en su decisión influyó mucho el hecho de que por fortuna tiene a toda su familia, para que puedan verlo dando el pregón en San Antonio. ¿Le hubiera podido el remordimiento en caso de haber dicho que no?
- La vida son momentos y yo llevo toda la vida cantando y haciendo carnaval, pero es como que ha llegado todo a la vez. Ahora mismo puede que sea el momento idóneo por lo que estoy viviendo en la música y los conciertos. Y tengo a mi chirigota activa, que estamos yendo al Falla todos los años. A lo mejor dentro de unos años algunos no pueden, y nosotros somos un grupo de amigos, que en el momento en el que no puedan tres, no vamos a buscar a otros tres, sino que no saldríamos porque somos una familia y no tenemos otra forma de hacer carnaval. Y tengo a mi papá y a mamá vivos, a mi familia. Me entró una mezcla muy rara de sentimientos cuando me pensé decir que no, me dio pena. Y más ahora, que acabo de dar dos conciertos en el Falla y he visto el cariño con el que me han tratado, con ese pasacalles que hicimos que fue maravilloso. Se ha dado todo de una forma que si decía que no, me iba a morir de pena.
- ¿Sentirá más nervios en el pregón que en los conciertos?
- El pregón me va a poner mucho más nervioso porque lo tienes menos controlado. Yo esta semana canto en Murcia, en Jaén, voy la siguiente a Valencia, entonces lo tienes más bajo control, aunque me pongo extremadamente nervioso, pero sé perfectamente lo que voy a hacer. El pregón es único. He sido pregonero de Olvera, también de Mérida, y por ahí me he tranquilizado un poco respecto a que sé que soy capaz de hacerlo, de encontrar ese punto de hablar, de pregonar, de contar, de cantar. Pero estoy convencido de que me va a poner mucho más nervioso el pregón que los conciertos.
- ¿Tiene ya en mente algunos compañeros y artistas con los que contar? ¿Ha hecho algún ofrecimiento?
- La verdad es que no porque yo creo que estas cosas hay que dejarlas ahora reposar un poco. Evidentemente ya me he puesto a escribir algunas cosas que se me han ido ocurriendo, ya me he abierto alguna carpetita en el móvil. Pero todavía creo que no es momento de llamar a nadie porque a esto hay que darle una forma, que las aguas se calmen y ya en julio o agosto me pondré a trabajar para que en septiembre pueda empezar a darle forma al proyecto por derecho. Eso no quita que ya vaya canturreando cosas y mandándome notas de voz a un grupo de Whatsapp en el que estoy yo solo.
- La provincia tiene su peso dentro del Carnaval de Cádiz. Se intuye que ese factor estará presente.
- Sí. Y más respecto a Rota, que es mi pueblo y estamos justo enfrente de Cádiz. Además Rota es supercarnavalera, supergaditana y supercadista, así que me gustaría que hubiera un cierto aire a eso. Yo veo Cádiz todas las mañanas desde mi casa. En el carnaval hay mucha gente de la provincia que estoy convencido de que pone su granito de arena y su punto de magia.
- ¿Qué pregones recuerda que le hayan emocionado? ¿Ha visto algunos estos días?
- He visto estos días el de David Palomar o el de India Martínez. El Carnaval de Cádiz ha tenido muchos pregoneros buenos. Me acuerdo de ver hace años el de Niña Pastori y el de Antonio Martínez Ares. Es verdad que tampoco quiero ponerme ahora a ver muchos pregones para que al principio me salga de manera natural. El año pasado disfruté mucho el de 'El Sheriff', que además tuve la suerte de participar, que me invitó y me pareció maravilloso.
- Estando precisamente en San Antonio con 'El Sheriff', ¿se le pasó por la cabeza que pudiese ser pregonero en algún momento?
- Juro que no porque yo veía eso tan grande que nunca me lo había planteado. Yo estuve allí disfrutándolo como espectador, como amigo, como compañero y con ganas de hacer mi pinceladita para ayudarlo y aportar mi granito de arena, pero no pensé ahí que ojalá fuese a ser yo pregonero algún día, porque sinceramente no me lo podía imaginar.
- ¿Qué sintió cuando se lo propusieron?
- Me lo propuso el alcalde en el primer concierto que he dado este mes en el Falla y me entraron los siete males. Me dije que no podía ser. De hecho, esa noche me acosté y ni me puse a pensarlo porque estaba en el planteamiento de que en la vida iba a decir que sí a eso. Mi reacción fue esa. Pero fueron pasando los días y fui sintiendo que eso era una locura muy bonita.
- ¿A quién llamó primero?
- A mi familia, amigos míos, compañeros de la chirigota. A 'El Sheriff' se lo dije del tirón. También a José Mari Barranco ('El lacio'), que lleva unos años haciéndonos la música, a David Palomar, a un músico compañero que es Javi Catumba. Y todo el mundo me decía que como dijese que no, no me hablaban más. Yo estaba loco por que me dijeran «no te metas en ná, home». Y qué va, todo lo contrario, un apoyo enorme. Me decían que iba a ser uno de los mejores días de mi vida. Una locura.
- ¿Se ha dejado querer ya algún artista?
- Sí, hombre. Hay muchos que ya me han dado el toque diciendo que quieren estar conmigo en el pregón.
- ¿Seguirá sacando también la chirigota?
- Sí, por supuesto. Se viene un año potente.
- Eso añade algo más de presión, la chirigota del pregonero...
- Hombre, claro. Lo que pasa es que para construirla hay que quitar esa presión porque si no no vamos a dar pie con bola. Pero lo que hay que hacer es disfrutar como siempre, ser sinceros y enfrentarse al carnaval como lo que es, por lo menos para mí, que no es un trabajo, sino para decir lo que se siente, para disfrutar, para hacer reír, hacer disfrutar a la gente y para contar cosas que a veces tenemos a nuestro alrededor y nadie las cuenta. Ya después, el Concurso sabemos que es una cosa que hasta que no se abre el telón, tú no sabes si la chirigota va a gustar más o menos. Pero no me gustaría que la chirigota sintiera una presión añadida por lo del pregón porque para nosotros el carnaval nunca ha sido una competición, queriendo quedar lo más arriba posible por supuesto, pero nunca hemos hecho una chirigota pensando que le puede gustar a un jurado que realmente ni conoces. Nosotros pensamos en la calle, en la gente, si con esto puede reírse, empatizar. Vamos a disfrutarlo.
- ¿Qué le ofrece el carnaval a la hora de componer que no le permiten las canciones?
- Mucha libertad. Hay tipos de temas que tocarlos con una guitarra y en la producción de una canción no me gustan, pero sí para un pasodoble de carnaval, que te da mucha libertad. Como el carnaval para mí son mis amigos, podemos quedar varias horas y que no nos salga nada y que luego en dos minutos nos salgan muchas cosas. Eso es algo fantástico que nunca me lo va a dar la música.
- ¿Se le cruzan temáticas a la hora de componer entre las canciones y los temas?
- Sí, a lo mejor estoy escribiendo algo de una canción y pienso que eso me lo puedo llevar para la chirigota y al contrario.
- ¿Le gusta más la calle o el teatro?
- Disfruto de las dos cosas. Es verdad que ahora me cuesta más la calle porque la gente se me acerca más y mis amigos me dicen 'ahí te quedas'. Pero la verdad es que los ratitos de calle los disfruto mucho. Pero es verdad que yo estoy enamorado del pasacalles de la peña al Falla, de ese día de preliminar, es una cosa muy grande que no se puede explicar. Ese telón cuando va para arriba otra vez... Eso es muy bonito.
- ¿Y qué mejoraría del Concurso?
- Yo ahí no me mojo pero porque no tengo un plan mejor, la verdad. Para mí el carnaval es estar con mis amigos, hacer mi chirigota y disfrutar luego. No soy una persona que lleve 35 años en el Concurso para poder decir «yo cambiaría esto». Es verdad que escucho propuestas que me parece que estarían bien, pero no me veo con suficientes argumentos para decir qué haría yo mejor. Hay cosas que a lo mejor pueden no gustarme pero yo no soy nadie para decirlo. Yo lo de los puntos no lo veo, yo como músico no podría evaluar con puntos a 17 artistas con 17 canciones. Pero no tengo un plan alternativo, por eso no me gusta opinar de eso. Así que lo que hago es disfrutar y ya está.
- ¿Cuál es su primer recuerdo vinculado al carnaval?
- Calabaza (y entona seguidamente un 'Lobooo', en referencia al mítico pasodoble de la comparsa de Martínez Ares). Haciendo en mi casa como si fuera el Subiela.
- Por supuesto, viéndolo en el VHS, ¿no?
- Totalmente. Grabábamos las finales del 91, del 92, del 93... Yo le daba para adelante y para detrás porque sabía más o menos por dónde caía Martínez Ares.
- ¿Es muy jartible?
- Mucho. Este año he escuchado mucho en los viajes 'Los colgaos', 'La oveja negra', el Bizcocho. Y luego la presentación y el primer pasodoble de preliminares de casi todas, que es algo que me encanta.
- Dicen por ahí que también es muy de Semana Santa. ¿Qué le tira más?
- Lo soy, mucho. Depende. Yo empecé en la banda con la trompeta con ocho años. El carnaval y la Semana Santa son mis dos fuentes, las dos fiestas grandes de las que he disfrutado y en las que he aprendido. Les debo mucho. Si no fuera por el carnaval, nunca hubiera hecho un acorde con la guitarra. Y si no fuera por la trompeta y la banda, nunca hubiera cogido el piano ni hubiera hecho canciones. Así que puedo decir que a nuestra cultura le debo todo.