CARNAVAL DE CÁDIZ
Soros Soros Soros Sorito duermo
La «chirigota» era tan mala que, si se la ponen a Miguel Bosé, antes de que canten los cuplés ya está pidiendo que le pongan dos de Pfizer a modo de banderillas
El actor Óscar Terol pide perdón por la actuación de la chirigota negacionista en el Falla: «Voy a ver si logro volver a caerte bien»
Objetivo más que cumplido. Es evidente que la chirigota 'Abre los ojos', o más bien la autora de cuyo nombre no quiero acordarme, no buscaba otra cosa que lo que ha sucedido, hueco en multitud de medios de comunicación de toda España que sacan el prisma para aprovechar la collá del clickbait.
Por supuesto, la mayoría de comentarios y debates que se generan en las redes sociales a raíz de ello, especialmente allende Despeñaperros, son infundados. Que el público no está dispuesto a escuchar la verdad, que dónde queda la libertad de expresión (la de la agrupación, claro, no la de quien ha pagado una entrada para terminar viendo eso), etc. Pero sin haber escuchado ni diez segundos del repertorio.
De haberlo hecho, es evidente que no hay nada que reprochar al cachondeati con tomati del Falla. Más allá de que los durmientes no estemos por la labor de que el reducido y selecto grupo de despiertos nos digan a la cara las dolorosas realidades que las élites globalistas nos ocultan, no es de recibo ofrecer semejante bodrio, aunque sea por agravio con quienes se toman con un mínimo cariño esta fiesta. Y lo dice alguien que disfruta a raudales con las agrupaciones malas de solemnidad, con las que se puede reír uno tanto o más que con una buena chirigota.
Ahora bien, creo que, con independencia de lo que se establezca en el siempre controvertido reglamento del Concurso, y pese a que el respetable lo pidiera, se hizo bien en no echarles el telón. Porque así encima podrían vender el discurso de que en el carnaval de Cádiz se les coarta su derecho a decir lo que quieran, que el oficialismo les censura y demás pamplinas. Mucho tienen ya con las lágrimas de una componente a la que abocaron a pasar un mal rato, sabiendo de antemano el nulo nivel de la chirigota y que, por eso mismo y no porque los borregos no quieran ver más allá de su rebaño, se iba a liar el taco.
Porque de tomarse a coña lo que estaban viendo ya se iban a encargar los aficionados. Escuchar 'perrodistas', Soros, Agenda 2030 o repentitis, así todo junto y rebujado, ya saca una sonrisa. Pero es que lo de esta «agrupación» era inaguantable. Era tan mala que, si se la ponen a Miguel Bosé, antes de que canten los cuplés ya está pidiendo que le pongan dos de Pfizer a modo de banderillas.