coac 2024

La alegría de Cai (Los apocalípticos): la chirigota 'patrocinada por Quiñones' augura su pase a cuartos

Luis Alfonso Martínez y Fernando Castro convencen al público del Teatro Falla con un repertorio valiente

Fotos: 'Qué alegría de Cai (los apocalípticos)' deja buenas sensaciones

Tercera sesión de preliminares del COAC 2024 hoy, en directo: orden de actuación, reacciones y última hora del Concurso del Carnaval de Cádiz en el Teatro Falla

Jaime Cedillo

Cádiz

Chirigota

La alegría de Cai (Los apocalípticos)

  • Autor Luis Alfonso Martínez, Fernando Castro y Jesús Romero

Luis Alfonso Martínez y Fernando Castro acaban de hacer un pase que vale unos cuartos de final. Tipo chirigotero y sencillo, repertorio muy bien cantando y buenos golpes. La «chirigota patrocinada por Quiñones», según leemos en la publicidad que llevan colgada al cuerpo al modo compro/vendo oro, representa a unos agoreros que no dejan de pensar en el fin del mundo.

La presentación de 'La alegría de Cai (Los apocalípticos)' está llena de referencias al mundo carnavalesco, pero estas alcanzan las más altas cotas de mala leche conforme avanza el pase de preliminares. Introducen gags de actualidad que solo servirían para esta fase —¿alguien no cantará a Martínez Ares esta noche?— pero casi nadie se imagina no verlos en cuartos.

El momento de la tanda de pasodobles era uno de los más esperados, pues se sabe en Cádiz que Jesús Romero Ariza, al frente de la música, posee ese duende viejecito que tanto gusta en la Tacita de Plata. No defraudó la melodía, con su trío juguetón y su final acelerado. ¿Puede que un tanto precipitado? La primera letra, a todo eso que estás leyendo en estas líneas. La segunda, al lado oscuro del turismo, aunque esta vez está muy bien tratado, pues los que llegan a Cádiz para disfrutar de la ciudad y sus playas es solo un pretexto que tiene como objeto atizar a los hosteleros, «millonarios de pandereta». Si en cursos anteriores las menciones al turismo eran residuales, en 2024 se ha convertido el tema del año. Letra muy agresiva. Y muy ovacionada por un público que ya no se despegó de ellos.

Los cuplés, de corte también clásico. El primero, al chocolate como agitador sexual. El segundo, sobre el reparto de los beneficios en la comparsa del Carapapa. Predicen los problemas con su nuevo director, Rafa Velázquez. En el estribillo nos muestran el protocolo para el día que llegue el fin del mundo. Carga contra un compañero corista: la coreografía que ellos hacen recuerda al coro de Luis Rivero

Del popurrí se desprende que son tan agoreros que incluso sabían que en la serie Cuéntame se iba a morir la abuela. Cuando viene la ola que presagia el fin del mundo, las voces dejan solos a los músicos en el escenario. Jugando con su condición de apocalípticos, se burlan de los aprensivos que siempre piensan que les va a pasar algo grave. Más dardos a la comunidad carnavalesca: si Procopio sigue pasando a cuartos y semifinales con sus coros, que caiga el meteorito ya. Y a ritmo de 3x4 (4x4), se despiden —nunca mejor dicho— «antes que el mundo se acabe». Pero les veremos en cuartos.

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