el alfiler

Nadie al volante

El club, con su presidente a la cabeza, parece empeñado día tras días en separarse de un cadismo al que le está costando entender

Alfonso Carbonell

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No hay nadie al volante. Eso, o se lo han dado a un suicida. Entiendo que en la Liga de Tebas parece que liderar la clasificación de interacciones en redes sociales pese más que poder irse a Segunda, pero lo de este año está siendo insufrible para todo aquel cadista que centra su atención únicamente en el verde. Más que insufrible, de vergüencita ajena.

Es asombroso y hasta cierto punto preocupante (o interesante) lo rematadamente mal que está manejando esta temporada Manuel Vizcaíno el tema del marketing, donde hasta ahora había evidenciado ser uno de sus fuertes. A su manera, sí, pero acertaba. También es verdad que acertar en tiempos de bonanzas siempre es más fácil que cuando vienen mal dadas, como ahora. Y es que todo lo que está vendiendo este año el Cádiz lo vende mal, a destiempo, forzado, artificial. Como si no entendieran al cadismo...

Causa sonrojo tener que ver las publicaciones del club en sus redes sociales, donde es posible que anide mayor muchachada que gente adulta, ok. Pero cuando el equipo da vergüenza en el campo jornada tras jornada, qué menos que una mijita de dignidad y taparse un poco. Quía, pensarán en el club amarillo, que debe estar obsesionado por ocupar puestos Champions en la Liga de Tebas, esa por la que un jugador (Robert Navarro) atiende a un medio oficial mientras el árbitro está pitando la reanudación del encuentro.

Todo es un despropósito para cualquier mente formada. Todo. Que el Cádiz cuenta las horas para estar en Segunda, publicación al canto de un cadista en Milán; que el Cádiz acaba de ser goleado, post con un chavalín haciendo la comunión; que todo se ve negro, presentación 'honoris causa' de la tesis sobre la inteligencia artificial del vicepresidente; que Chris Ramos es el centro de las críticas por su falta de gol, publicación sacando pecho con sus números para callar al insurrecto... Y así con todo.

Esta última semana el club se ha querido coronar comenzando con la carta dirigida a la afición por el presidente, donde para pedir unidad tira de ironía con aquellos rebeldes que puedan osar pensar que el equipo ya es carne de Segunda. A este comunicado le ha seguido la intervención de los capitanes en una comparecencia en la que no se han admitido preguntas al más puro estilo Pedro Sánchez, al que ya emuló Vizcaíno con su carta a la ciudadanía. Pedir unidad y tapar la boca a la prensa -que por mucho que no se entienda o moleste no es más que la personificación del aficionado- ha sido la última gota de la ignominia de un club hacia una masa social a la que no han hecho más que dividir salvo en esta ocasión donde la opinión generalizada es que llegan tarde, mal y sin argumentos creíbles.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación