El Alfiler

Vizcaíno dispara a un sueño

El presidente ejecuta con máxima frialdad y nula responsabilidad un mercado de fichajes que deja en Garitano la ingrata tarea de salvar la categoría tras descender de Primera División

Vizcaíno. L. V.
Alfonso Carbonell

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Oye, que si al menos el engendro de Sportech City tuviera su primera piedrecita construida pues, mire, el motivo de tal dejación de funciones sería que el hombre estaría en otras cosas, pero qué va, es que ni por esas. Manuel Vizcaíno acaba de marcarse un mercado de invierno de esos que son para enmarcar. Y mira que el del año pasado, con su posterior descenso, fue de relumbrón. Pues nada, lo ha superado para incredulidad de muchos cadistas que no tienen otra que preguntarse por cómo estarán las arcas de un club que llevaba cuatro años en la élite. Más allá del límite salarial y demás patrañas, aquí lo queda manifiestamente claro es que todo se lleva haciendo con el pie desde hace años porque no se entiende lo que acaba de suceder. O sí.

El tétrico mercado de fichajes que acabar de firmarse solo responde a un objetivo: la permanencia, salvar la temporada y que cuadren unos números que se han contado rematadamente mal. Tan mal deben ir esas cuentas respecto al límite salarial que un equipo destrozado ha tenido que largar a cuatro profesionales (Glauder, Alejo, Alarcón y Kouamé) y, de paso, debilitar también al filial con la salida de Borja Vázquez. A cambio, dos llegados de Primera RFEF como Recio y Climent. Para llorar. O no.

Queda meridianamente claro que esta temporada será más administrativa que deportiva, es decir, que se ha querido echar más números para cuadrar balances antes que intentar volver a la elite o, cuanto menos, pelearlo. Nada. Vizcaíno ve más allá de la pelotita y hay años que si por él fuera no abriría el estadio para ver al Cádiz sino para convertirlo en un palacio de congresos.

Volviendo al fútbol, al presidente sevillano (y cada vez más sanluqueño) del Cádiz cree ver amortizada la temporada con el acierto de traer a un Garitano al que no le ha escuchado ni en un biplaza pero al que le dio un año más a sabiendas de que este iba a entrenar con lo puesto. Y así ha sido. Suerte, míster porque le acaban de disparar a un sueño.

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