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La pizarra del Celta 1-1 Cádiz

Los amarillos se reencuentran con su versión sacrificada y solidaria, realizando un auténtico ejercicio de supervivencia durante una hora jugando con diez futbolistas

Momento del Celta - Cádiz l.v.
Rubén López

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El Cádiz de verdad

Volvió el Cádiz por sus fueros. Regresó el equipo serio, compacto, sacrificado y luchador que tiene las ideas claras en el terreno de juego y que entiende el fútbol como algo colectivo en el que todos defienden y atacan al mismo tiempo, sobre todo lo primero. El cuadro de Sergio salió al césped de Balaidos a mostrarse como un equipo serio y lo logró por muchos momentos.

Incluso cuando estaba con uno menos en el terreno de juego fue capaz de plantar cara al Celta e incluso no sufrir en determinadas situaciones del partido. Gil Manzano quiso destrozar el choque con una expulsión bastante rigurosa que cambió todos los esquemas de Sergio. Tuvo que rechazar tener la pelota y limitarse a defender, cosa que el Cádiz hizo con bastante orden y en el que solo un error, de Momo en este caso, privó al cuadro cadista de llevarse algo más que punto de su visita a tierras gallegas.

La premisa ahora es que este Cádiz siga en una línea que siempre le va a dar puntos, por más errores que pueda cometer. Con esta versión que ofreció en Balaidos, el cuadro cadista puede seguir creciendo de cara mejorar en la clasificación.

1. El retorno de Sobrino

Sorpresas de Sergio en el once titular con Rubén Sobrino de la partida y el regreso de Víctor Chust al centro de la zaga. La idea de Sergio era trabajar mucho, defender bien y a partir de ahí crecer durante el partido. El técnico entendía que su equipo tiene que volver a recomponerse desde atrás y lo logró mostrando una eficiencia defensiva importante.

El Cádiz salía sin titubeos a Balaidos. El Celta lo hacía con más miedos sabiendo que solo le valía la victoria, pero el cuadro cadista jugaba sin complejos. Minutos de tanteo y respeto hasta que un balón en largo de David Gil lo aguantaba Roger para que Alejo pusiera un centro espectacular con un remate aún mejor de Chris Ramos. Los amarillos se ponían por delante en su primera llegada del partido, igual que en Mallorca aunque a diferencia de ese choque el tanto hacía crecer al cuadro amarillo.

2. La roja rompe el partido

Los minutos dejaban un Cádiz que se lo creía, que estaba fuerte y el Celta no entendía que fuera perdiendo en su estadio. Todo hasta que una acción apenas revisada por el VAR, muy discutible e incluso errónamente interpretada por el colegiado cambiaba el choque. Cuando un equipo con tantos males como el Cáiz se queda con diez jugadores durante una hora la situación se antoja complicada.

Sergio quitaba a Roger para meter a Momo y reconfigurar la zaga. Chris se quedaba en punta para luchar contra el mundo él solo. Desde la roja y hasta casi el final del partido el Cádiz plantaba dos líneas juntitas delante del área para tratar de defender y buscar una contra.

3. Aguante en la segunda mitad

En la segunda parte el Celta apretaba pero no encontraba la vía. Un par de buenas paradas de David Gil pero todo el dominio vigués no encontraba ocasiones. Juego constante volcado por la banda izquierda en la que Bamba encaraba una y otra vez a Iza, con la ayuda de Iván Alejo.

Sin embargo, un balón filtrado de Mingueza, encontraba un centro lateral para que Larssen libre de la marca de Momo hiciera el empate. El central cadista se dormía en los laureles para que el Celta marcara, a pesar de la buena labor defensiva cadista con un Rubén Sobrino fino atrás y la labor indispensable de Álex, que formaba una buena dupla con Alcaraz.

Con tiempo por delante se esperaba lo peor pero el Cádiz no perdió su seriedad atrás, siguió con un buen nivel de confianza a pesar de que Sergio tardaba mucho con los cambios. Aguantó al equipo inicial hasta que quedando un cuarto de hora metía a Pires, Zaldua y Maxi Gómez. El técnico doblaba lateral en cada banda, entendiendo que buena parte venía por ahí y cuando Aspas salía del área a recibir.

Maxi aguantaba balones y ofrecía buenos minutos de desahogo a un Cádiz que sufría en algunas acciones pero sin la sensación de que pudiera peligrar el punto, premio que logró con total merecimiento gracias a un encuentro de trabajo y mucho sacrificio por parte del equipo cadista.

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