cádiz - racing de santander
La pizarra del Cádiz 0-1 Racing de Santander
la liga hypermotion
Los de Paco López caen presos de sus fallos, los de siempre, y la afectividad de un rival que sabe a lo que juega, y basa en el orden y el balón parado su victoria
La semana de Paco López
Las notas del Cádiz - Racing de Santander
La vida sigue igual, de mal
¿Fue mejor el Racing que el Cádiz en el choque de Carranza? ¿Demostró una superioridad aplastante el equipo de José Alberto al de Paco López para llevarse los tres puntos? Ambas cuestiones dejan bastante dudas, por más que el entrenador del cuadro cántabro diera a entender en rueda de prensa que se coló en Cádiz el Barcelona de Guardiola. Y nosotros sin saberlo.
No obstante, si ambas preguntas hicieran referencia al Cádiz la respuesta sería algo más clara, a la par que negativa. No, el Cádiz no fue mejor que su rival ni mucho menos, pero tampoco el Racing hizo un partidazo para llevarse los tres puntos del estadio gaditano. Se podría decir que el cuadro de Santander ejecutó a la perfección su plan. Sabía a lo que jugaba desde que en las primeras jugadas se viera que el ritmo del partido lo querían marcar ellos y que las prisas tenían que ser para el equipo que no ha ganado un solo partido como local. El Racing esperó su momento y lo hizo, como suele pasar en esta categoría, aprovechando una y para dentro. Más allá del gol, el cuadro de Santander no ofreció un juego superior, teniendo en cuenta que efectivamente y tal como dijo su técnico supo manejar los tiempos del partido.
Dicho lo cual, nada consuela a un Cádiz que sigue perdido en sí mismo. ¿No hay nivel para ganar un partido en Carranza? ¿De verdad que estos jugadores no dan para más? Cuesta creerlo viendo que la calidad que hay en el terreno de juego se usa mal e implica fallos una y otra vez. Las ocasiones del Racing fueron errores clamorosos cadistas. Desde el gol a balón parado al mano a mano propiciado por un sobrevaloradísimo Víctor Chust y así más de una oportunidad. El problema es que este Cádiz no traduce en goles sus buenos momentos, aunque a nadie se le escapa que de ir ganando al descanso, cosa nada descabellada, el partido no hubiera estado cerrado ni mucho menos.
Una semana más, lo mismo. Un partido más, erros flagrantes. Y una jornada más el equipo deambula con más pena que gloria por una categoría que se le está haciendo muy grande en este comienzo de temporada.
1. Glauder, banquillazo
Era de esperar el banquillazo de Glauder y la titularidad de Fali. Y así fue. Menos la presencia de Matos en el once que sigue sin tener regularidad en las alineaciones. El resto del equipo el mismo, a la par que un 4-4-2 que no termina de funcionar. El ataque cadista es buscar las bandas, Ocampo y Ontiveros. Y a partir de ahí centros al área a los que se llega de vez en cuando.
Chris aparece en ocasiones, Carlos Fernández va cogiendo fuerza en el equipo pero todavía está lejos de su mejor versión. Los primeros minutos del partido deparaban un Cádiz que sabía lo que se jugaba, con nervio y tensión. Presión fuerte a la salida de balón del Racing, demasiadas faltas y en definitiva un dominio cadista con el peso del partido y tratando de llegar a la portería rival. De los mejores minutos del Cádiz en lo que va de temporada.
2. Buen juego sin recompensa
Sin embargo, todo ese dominio no se convertía en gol. La tuvo Carlos Fernández a puerta vacía. El Racing aguantaba y buscaba transiciones para colarse ante David Gil. Sabiendo de las debilidades atrás de los amarillos, el cuadro de Santander ponía balones filtrados entre los centrales amarillos, aunque las cosas como son el Cádiz defendía mucho mejor que otras tardes.
Tras el descanso llegó el habitual bajón cadista. Salió otro equipo de vestuarios y el Racing dio un paso adelante. Los de Paco López perdían balones absurdos, merced a complicarse la vida en exceso. En un córner, sin presión al lanzador, llegaba el tanto de Arana de cabeza en un fallo de marcaje de Iza. Gol del Racing y golpe psicológico para un equipo que ve que con poco le hacen mucho daño.
3. Sin juego y sin orden a la desesperada
Paco López se veía obligado a arriesgar pero en el riesgo de siempre el equipo se desordena y se descompone. Dejaba pasar minutos hasta que metía en el campo al que fuera jugador de Primera Gonzalo Escalante por el desaparecido, una semana más, Alcaraz y a Alejo como lateral derecho por Iza. Nada de nada.
El equipo tenía algunas llegadas y de vez en cuando alguna ocasión, pero la reacción cadista dependía de la inspiración de Ocampo y Ontiveros. El primero no se mueve de su banda y el segundo trata de hacer demasiadas cosas.
El Racing vivía cómodo defendiendo y parando el juego. El equipo de José Alberto no hizo un partidazo en juego, sino en saber leerlo. No había continuidad alguna, como si ellos hubieran inventado este deporte. El cuadro gaditano metía más cambios con la entrada de Mwepu, Sobrino y el debutante Melendo. Éste se colocaba en el centro del campo con Escalante, mientras que Sobrino se iba a la banda de Ontiveros y Mwepu jugaba arriba con Carlos Fernández.
El tramo final del partido era un auténtico desastre. No se jugaba a nada, faltas constantes, pérdidas de balón, cero pizarra. El encuentro fue lo que quiso el Racing y el Cádiz cayó en una red de la que no se desprende, viendo como ya se encuentra en descenso y el peligro de la clasificación es más real que nunca.