cádiz - málaga
La pizarra del Cádiz 2-2 Málaga
la liga hypermotion
Los de Paco López vuelven a echar la moneda al aire y sale cruz una semana más, merced a su constante nivel defensivo, bajísimo para la categoría
La crónica del Cádiz 2-2 Málaga
Aquí no hay quien defienda
Nueva jornada, nuevo partido y los problemas siguen siendo los mismos. Paco López tiene una idea de fútbol que puede ser preciosa y bonita pero la pregunta es bien sencilla, ¿tiene los mimbres para esa propuesta? ¿Tiene Paco jugadores para lo que él quiere? Las respuestas a sendas cuestiones parecen ser negativas por la sencilla razón de lo que se ha visto en esta nueve jornadas de campeonato.
El entrenador de Cádiz quiere un fútbol ofensivo, con la línea de atrás muy lejos de la portería de David Gil. Quiere jugar al ataque y marcar goles, a la par que con todo ello encontrar un equilibrio. La sensación es que no tiene esos mimbres, no tiene centrales rápidos ni una defensa que le dé fiabilidad. No posee un centro del campo que sostenga realmente al equipo y arriba, aunque tiene calidad, al final depende de la inspiración de un par de jugadores.
Y con todo la casa sin barrer. La explicación del entrenador al empate frente al Málaga fueron los dos errores en sendos goles visitantes. Una explicación parca y rídicula, pues sin faltarle razón, lo que se vio en el partido es que el Málaga podía empatar y casi remontar. Qué el Cádiz cometió dos errores groseros en los goles, efectivamente, pero que el empate se deba exclusivamente a ello parece ser ajeno a una realidad que dice que este equipo sigue jugando mal.
Este Cádiz sigue haciendo aguas y frente al cuadro malagueño Paco también se equivocó. El entrenador argumentaba los cambios por problemas físicos pero acabó el choque con Rubén Sobrino como nueve. Un desastre en toda regla de un equipo que sigue haciendo aguas y que cada semana echa una moneda al aire aspirando que algún día salga cara.
1. Otro once con cambios
De nuevo cuatro cambios en el once titular. Álex iba a ser titular pero su lesión de última hora le privó de estar con el equipo. Glauder, Zaldua, Ocampo y Carlos Fernández eran de la partida en un 4-4-2 con el delantero sevillano acompañando a Chris Ramos en punta.
Ocampo y Ontiveros se cambiaban las bandas al comienzo aunque finalmente, con gran acierto de Paco, el primero se quedaba en la izquierda y el segundo, como gran llegador que es, lo hacía desde la derecha. Así llegaron los dos goles cadistas con jugadas desde la izquierda que acababan con remate de Ontiveros llegando al segundo palo. Con estos dos jugadores en forma e inspirados el Cádiz puede tirar de efectividad para ganar partidos, el problema es cuando eso no se dé o cuando recibas tantos goles que no te dé con la calidad arriba.
Lo curioso fue que el Cádiz llegó al descanso ganando sin hacer nada del otro mundo, tirando de efectividad. Y eso sí, con algunos fallos atrás que podían hacer presagiar que la segunda parte podía ser movida. Balones a las bandas, sobre todo la izquierda de Ocampo y Kouamé llevando la pelota a zonas ofensivas. Con Iza jugando a pierna cambiada y Zaldua en la derecha, el cuadro cadista planteaba un partido de ataque total ante un rival que tiene mucha briega. Quizás un riesgo totalmente innecesario.
2. Aparece el miedo a ganar
Paco daba continuidad al mismo equipo tras el tiempo de asueto buscando ser más consistentes a la hora de defender. Realmente el equipo no salía mal, teniendo el balón y frenando las acometidas del Málaga. Los de amarillo sabían que con las dos bandas que tienen en el campo el cuadro visitante iba a tener que correr mucho hacía atrás.
Carlos Fernández, algo más retrasado, trataba de ayudar en un centro del campo donde la figura de Kouamé sigue creciendo. Sin embargo, cuando no pasaba nada llegó el fallo de Glauder y la gran definición de Dioni. El Málaga se metía en el partido, aunque solo por momentos ya que el Cádiz no desistía en ataque y rozaba la sentencia.
Con el paso de los minutos las tornas iban cambiando y entraba el miedo a perder en los jugadores amarillos. Fallos en los pases, muchos nervios atrás, el equipo era un auténtico flan. Comenzaba a peligrar una victoria que estaba en la mano, sin excesivo merecimiento, en el descanso.
3. Los cambios matan al Cádiz
Si el 2-1 fue un golpe, la retirada del campo de Ontiveros y Ocampo fue la sentencia. Los dos jugadores con más desequilibrio y los que obligaban al Málaga a tener que defender eran sustituidos. Paco argumentaba esos cambios porque los jugadores lo pidieron, pero el caso es que a partir de ahí el Cádiz terminó por desaparecer.
El Málaga inquietaba, el Cádiz trataba de robar y generar contras que no acababan bien. Paco, viendo el percal, terminaba de cerrar el equipo con una linea de tres centrales, con Fali, y la entrada también de San Emeterio, jugando con tres centrocampistas.
Sin embargo, y tras un fallo del jugador cántabro, el Málaga empataba con total merecimiento. Un fallo individual, sí, pero también colectivo porque el equipo cadista permite demasiados pases, toques, disparos que pueden hacer peligrar su portería. Podemos personalizar el empate cadista en los nombres de San Emeterio y Glauder por sus fallos y su falta de contundencia, pero sería tan real como injusto, pues este equipo es una verbena auténtica a la hora de defender.
Con el empate, el Málaga rozaba la remontada mientras el Cádiz acababa con Rubén Sobrino en punta y De la Rosa en una banda, con Alejo como lateral...Un despropósito de alineación final del cuadro gaditano en otro partido en el que Paco demuestra que sigue sin dar con la tecla de unos jugadores a años luz de lo que fueron. Una semana más queda claro que jugar como en la NBA a anotar más canastas que el rival está muy bien, pero sin defender la zona es imposible ganar.
