cádiz - deportivo
La pizarra del Cádiz 2-4 Deportivo
la liga hypermotion
Las dos caras del equipo de Paco López se muestran una vez más con la realidad aplastante de un equipo irregular y con una fragilidad mental y defensiva alarmantes
La crónica del Cádiz 2-4 Deportivo
Carne de descenso
El tiempo de Paco López en el Cádiz CF parece consumido. Y duele decirlo, muchísimo, porque hablar del actual entrenador amarillo es hacerlo de un hombre de fútbol educado, respetuoso, sincero y hasta valiente. Con una idea de juego atractiva que ha triunfado en varios equipos, con los que ha tocado el cielo. El entrenador de mayor prestigio de la categoría, si bien todo lo anterior no vale hoy por hoy en un Cádiz que es carne de descenso.
Porque lo que Paco quiere de este equipo no lo está consiguiendo. Y ya van 17 jornadas, un tiempo más que prudencial para que se vean cosas en un conjunto que ha perdido casi la mitad de los partidos disputados y solo ha sido capaz de ganar la rídicula cifra de cuatro encuentros. La idea de Paco no ha calado, el equipo es una verbena defensiva y solo vive de la inspiración ofensiva de Ontiveros y alguno más. Es un equipo plano que se ha agarrado a dos partidos sin recibir de manera milagrosa para pensar que ya se había recuperado. Un equipo que a las primeras de cambio se cae y se desvanece del campo, sin fortaleza mental y sin la aptitud necesaria para conseguir objetivos serios esta temporada. Incapacidad para aguantar un revés o mantener el tipo tras un buen comienzo de partido. La primera parte del Cádiz fue muy buena, sin gol, pero buena. Tras el descanso, se vio un equipo sin la mínima vergüenza para mantenerse en el campo, a pesar de tener incluso la suerte del arbitraje de su lado.
El peligro del descenso es muy real, bastante. Solo falta que lo termine de ver Manuel Vizcaíno. El presidente entiende que echar a Paco es una equivocación, y sin que esa tenga que ser la solución porque nadie sabe nada del futuro, está claro que hoy por hoy el Cádiz es un equipo que cada vez más huele a fracaso y por ende a descenso. El choque ante el Deportivo, un rival mediocre que vive de dos jugadores, fue una muestra más de que ahora mismo el Cádiz es uno de los peores equipos, de largo, de la categoría. No hay más.
1. El mejor inicio de la temporada
Paco metía tres variaciones en el once titular. Alejo era lateral derecho, con Álex en el medio y Sobrino en la derecha. Jugadores de la vieja guardia de los que, salvo Sobrino que hizo un partido horrible, los otros dos cumplieron sobre todo un Álex Fernández que no mereció ser sustituido en la segunda mitad.
El Cádiz ofreció su mejor media hora de la temporada, de largo. El equipo robaba, era intenso, triangulaba y llegaba al área rival. Le faltó lo más importante, el gol. En los metros finales el equipo no atinaba y eso que tenía llegadas de sobra. Es increíble que con esos minutos de juego el marcador final fuera el que fue. El Cádiz era un equipo que se comía a un rival que no llegaba a la portería de David Gil con Yermay y Lucas, sus estrellas, totalmente desaparecidos en el partido.
2. Despróposito tras el descanso
Sin embargo, las cosas del fútbol. Primera llegada y gol del Deportivo. Fuera de juego dudoso y Kovacevic hace el resto sin querer. Mala suerte para un equipo que con cualquier dificultad se viene abajo. Sin embargo, el cuadro gaditano hizo lo más difícil precisamente, empatar rápido. Un gran centro de Alejo lo remataba mejor Álex. Tablas y volver a empezar, el Cádiz se había respuesto con justicia al tanto visitante y tenía toda la segunda parte para demostrar que era muy superior al cuadro gallego.
Pero, una vez más, el equipo se cayó solito, sin que nadie lo empujara. Tras el descanso no salió el Cádiz, salió otro equipo. Sin fe, sin capacidad y viendo como el Deportivo poco a poco iba ganando terreno y llegando al área de David Gil. Comenzó el show de Lucas Pérez. Él solo se comió al Cádiz. Con más poderío y fútbol, a sus treinta y tantos años, que todos los delanteros del equipo de Paco López juntos.
Puso por delante al Dépor demostrando que el Cádiz es de mantequilla atrás y solo el árbitro le dio alas al cuadro gaditano con un riguroso penalti que transformó Álex para volver a empezar. Otro estímulo positivo para el enfermo cadista. Ni por esas. Por si fuera poco el Dépor se quedaba con diez con mucho tiempo por delante y empate en el marcador.
3. Lucas solo se basta
Y ahí comenzó el principio del fin. Ni jugando contra diez, tras volver a empatar y que el VAR le quitara un penalti al rival. Muchos regalos que el Cádiz tiró por la borda porque es un equipo endeble en todos los sentidos, un equipo que se rompe cual vaso de cristal. Con diez el Deportivo le dio una lección de fútbol.
Paco hizo cambios, sí, para absolutamente nada. Metió a Chris, desaparecido, Alcaraz, lesionado a los cinco minutos, Melendo y De la Rosa para acabar jugando con Glauder de lateral, Melendo con San Emeterio tieso en el medio, y De la Rosa con Ocampo en las bandas. Un equipo que ni por vergüenza torera fue capaz de poner freno a los perdones de un Lucas Pérez que él solo se bastó para golear al Cádiz. No hizo falta que aparecieran otros jugadores. El cuadro cadista se sigue hundiendo, merced a su irregularidad y sus constantes fallos que le llevan camino de un pozo que, por desgracia, ya no parece tan lejano.