Cádiz CF
Desolación
La afición del Cádiz CF abandonó el Estadio el pasado domingo con la frustración y el desencanto propios del que ya conoce el aciago futuro que le espera
![El Cádiz CF tiene muy complicada la permanencia en Primera.](https://s1.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/canal-amarillo/2024/05/01/image00004-RWB6uYjl67s7Upek8Nz3QLN-350x624@abc.jpeg)
Resignada a su suerte, compungida y decepcionada, la afición del Cádiz CF abandonaba el pasado domingo su querido santuario del viejo Carranza con la frustración y el desencanto propios del que ya conoce el aciago futuro que le espera.
Soleado domingo de primavera que se tornó gélido, desabrido y oscuro. Tan oscuro como la imagen que ofreció su equipo y tan negro como el angosto porvenir que se vislumbra. Era un partido para agarrarse al último tren que pudiera conducir a la permanencia o perecer sin remisión, era partido de cara o cruz. Y salió cruz.
En penosa demostración de lo que ha sido la temporada, los jugadores ofrecieron un rendimiento increíblemente pobre, incapaces de generar verdaderas ocasiones de gol en todo el encuentro. Con todo lo que se dilucidaba en el duelo, la impotencia evidenciada por el equipo casi mermó más a la grada que la sentencia propia del resultado.
Nefasto partido del Cádiz CF, cuya premonición ya la anunciaba una extraña alineación con tres centrales y dos carrileros, inopinado cambio de sistema que ya contaba con la funesta experiencia de puntuales antecedentes. Ocurrencia que naufragó desde el inicio y más cuando muy pronto nos pusimos en desventaja en el marcador. Y lo más llamativo es que durante toda la primera parte no se modificó absolutamente nada, el equipo atascado en su propio naufragio y no se cambió ni un jugador ni una posición ni nada de nada.
Nos jugábamos la vida y se entregan 45 minutos en los que los amarillos deambulaban en un querer y no poder, sin reacción alguna desde el banquillo. Casi peor fue la imagen de los últimos 20 minutos del encuentro, en lo que había que ir a comerse al adversario, a encerrarlo en su área, a buscar como fuera el gol de la victoria. Y lo que vimos fue a un equipo deslavazado, sin fuerzas, sin ideas, a merced de un Mallorca mucho más fuerte físicamente, mejor plantado y que, para sonrojo de todos, hasta manejó a su antojo el balón y creó mejores oportunidades.
Triste colofón de una pésima temporada del Cádiz CF.