pan y circo
Peligrosa dinámica
El Cádiz cuenta con lo justo para pelear entre los grandes y si no le pone concentración tendrá un serio problema
«Si perdemos nuestra esencia somos un equipo muy vulnerable». Lapidaria, elocuente aseveración de Sergio González al finalizar el encuentro en Mestalla, con la que viene a advertir del verdadero peligro que se cierne sobre su equipo, si éste olvida los pilares que lo han llevado donde está. Un plantel que cuenta con lo justo para pelear entre los grandes y que sólo con máxima concentración, disciplina y esfuerzo lo pueden hacer competitivo. Distracciones defensivas o entradas temerarias sin ton ni son conducen directamente a la derrota, dejan sin opciones, sin armas para plantar cara al rival.
Todo el trabajo preparado durante dos semanas para intentar sorprender al Valencia, se fueron al traste en menos de media hora. No se puede entrar peor a un partido. A los tres minutos, Gayá ganaba la espalda con desconcertante facilidad a Iván Alejo y pasaba por delante de un impávido Escalante, que permitía que el lateral valencianista se adentrara en el área y encarara con todas las ventajas a Ledesma. Después vendría la incomprensible acción de Rober Navarro que le costaba la expulsión y, sin solución de continuidad, el segundo gol de los locales, con el que quedaba sentenciado prematuramente un duelo que se presumía abierto y disputado.
Nueva derrota que aboca a la dramática estadística de sólo dos puntos sumados de 18 posibles, con lo que se da por periclitado el prometedor colchón adquirido a principios de temporada. Los errores se pagan caro y cuesta mucho llegar con peligro al área contraria. Máxime ahora que no contamos con los lanzamientos de banda de Luis Hernández y se fallan los golpeos en las jugadas a balón parado. Por lo que casi todo el posible peligro queda reducido a lanzamientos verticales de Ledesma o de los centrales, a ver si Chris Ramos o Maxi Gómez son capaces de peinar el balón y propiciar una segunda jugada. Porque con juego combinativo, lento y previsible casi siempre, al Cádiz le cuesta mucho crear peligro. Queda la esperanza de que tanto jugador lesionado y tantos en baja forma, retornen pronto a su mejor nivel.