Desde la Platea
La identidad, el crédito... ¿y los resultados?
La identidad que le gusta a la grada es la de que su equipo gane, da igual cómo, pero que gane, que al fin y al cabo, es de lo que va esto
Esto va de ganar. Usted lo sabe entrenador.La identidad es tan inútil si no hay resultados como la posesión, y ejemplos hay. ¿Alguien habla este año del ADN Barça por allí por la casa blaugrana?
No, se habla de que La Masía ha vuelto a dar frutos y de lo bien que va el equipo. Han llegado los resultados. A hacer puñeta el debate del ADN Barça y el 'tiki taka'.
Quizá le moleste que digan que su equipo actualmente no juega absolutamente a nada, que la gente no vea esa identidad que usted dice que tiene. Particularmente yo no veo a un equipo con una identidad reconocible, más bien a uno que no suele mandar en el terreno de juego y que cuando crea algo lo hace como a empujones.
Es verdad que usted es el profesional y sabe más de esto, pero cuando su afición no ve algo de manera casi unánime, igual hay que darle una vueltecita de tuerca al tema. No es por nada, es que de identidades y sistemas irrenunciables está llena la historia de los fracasos deportivos. Sin ir más lejos, el año pasado el Almería era muy bonito de ver, muy divertido, pero ganaba menos que nosotros, que ya era difícil, y al final, fue al cajón.
Y lo voy a decir una cosa. Ir al cajón de Primera a Segunda no es tan grave, puede y suele pasar a muchos equipos, el desastre viene si vas al cajón de la Primera Federación. Y desgraciadamente ahora mismo estamos en puestos de descenso y para colmo, el Cádiz CF ya se sabe lo que es eso de bajar del tirón a una categoría que en su momento muchos, los optimistas, decían que era circunstancial... y la circunstancia se nos hizo muy larga, tirando al abismo de la casi desaparición.
No sea cabezón. No peque de entrenador soberbio que muere con sus ideales, que detrás tiene una afición que no merece ver a su equipo perder en su estadio de manera casi sistemática. Esa afición se ilusionó mucho con usted cuando fue fichado, porque pensaba que por fín iba a ver a su equipo ganar y mandar en el terreno de juego. No es así. Quizá no le han dado los mimbres necesarios para ello, tampoco sé si los pidió, pero haga que el equipo gane aunque tenga que cambiar sus conceptos.
La sensación que hay instalada en parte de la afición es que el equipo ahora mismo no le gana absolutamente a nadie, que los jugadores físicamente no llegan o que al primer contratiempo en forma de gol en contra se apodera un desquiciamiento general y eso se convierte en una guerra sin cuartel.
Usted dice que físicamente están bien y que hay una identidad. Ya le digo yo que la identidad que le gusta a la grada es la de que su equipo gane, da igual cómo, pero que gane, que al fin y al cabo, es de lo que va esto.