PAN Y CIRCO

Se mantienen las dudas

Paco López, en Granada. l. v.

La temporada transcurre con extraña sensación de celeridad y el Cádiz transita por ella con un caminar gris, como sumida en un pesaroso, plúmbeo peregrinar. Los partidos se suceden y no se advierte conato alguno de brillo ni del menor atisbo que ilumine de esperanzas el futuro que nos aguarda.

A pesar de que en los dos últimos encuentros se ha sido capaz de mantener la portería cero, la sensación que desprendió el equipo es que se debió al resultado de una casualidad, no a una mejora de su sistema defensivo. Tanto Córdoba como Granada nos crearon múltiples ocasiones y si el balón no llegó a entrar fue por la postrera intervención salvadora de David Gil o de los postes, o porque ambos rivales fallaron, in extremis, remates clamorosos. Pero no se advirtió que el conjunto hubiera ganado enteros en consistencia y contención a las acometidas de los contrarios. Y ello, aún jugando con una nueva pareja de medios centros que, en teoría, debería aportar mayor solidez al aspecto defensivo. Con la lesión de Alcaraz y la inexplicada sanción interna impuesta a Kouamé, se ha prescindido de un dúo medular que poco a poco se venía asentando y otorgando cierto equilibrio al equipo y, en su lugar, ha entrado la pareja de San Emeterio y Escalante, a la que físicamente le viene muy grande los noventa minutos y la que muy poco aporta en la fluidez de juego, posesión, y en esa proyección ofensiva que tanto necesitamos.

Se alinean dos delanteros, pero apenas cuentan con situaciones de disparo, en realidad, casi nunca miran de cara la portería contraria. Todo el peso del peligro que se genera queda a expensas de la inspiración individual de Ontiveros u Ocampos, a los que el balón debería llegarles con mayor ventaja para facilitarles la labor de eludir rivales, única forma que encontramos para romper líneas adversarias. Es un Cádiz con evidentes carencias pero que también posee las suficientes virtudes para competir con dignidad y holgura en la segunda división. Y en esas debemos confiar.

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