CÁDIZ CF
Un brindis por el nuevo año
"Quizás algún día nos enteremos qué ocurrió realmente en aquella soleada y trágica tarde de Bilbao"
Con la amarga y preocupante sensación de una derrota cerraba el Cádiz CF, en la Vieja Condomina, un año cuajado de frustradas ilusiones, de éxitos escapados y de múltiples sobresaltos . No constituyó, éste frente al UCAM, el peor de los partidos jugados por los amarillos a domicilio, pero esta vez tocó perder.
Se pudo empatar e incluso ganar, pero en esta ocasión nos abandonó la suerte que en tantas ocasiones nos había auxiliado lejos de Carranza. De manera que afrontaremos el 2016 como cuartos clasificados y a siete puntos virtuales del líder. Cifras que distan mucho de las expectativas deseadas, que no son otras que el ascenso de categoría. Meta, para cuyo logro, se antoja vital acabar la liga como campeón de grupo.
Que la historia reciente de nuestro Cádiz CF se halla plagada de sinsabores y sobresaltos es algo que queda fuera de cualquier duda. Pero lo vivido durante este claudicante 2015 adquiere incluso la dramática y rotunda categoría de tragedia.
Aún golpea en el recuerdo y en las pesadillas ese ascenso que se escurrió de las manos aquella fatídica tarde de finales de mayo contra el Oviedo, en una eliminatoria igualada, desbordada de tensión y muy escasa de fútbol. Se había jugado una buena primera parte en campo asturiano y hasta nos adelantamos en el marcador, pero ahí acabó todo.
Luego, tras eliminar con muchísimo sufrimiento al Hércules, asistimos atónitos a la inexplicable debacle de San Mamés, donde el equipo, con una actitud indolente y apática, dilapidó de manera absurda el esfuerzo de toda una temporada.
Unas sorprendentes declaraciones del presidente tres días después, en las que proclamaba la inmediata renovación de toda la plantilla, en caso de superar al Bilbao Athletic, no hicieron más que aumentar el grado de estupefacción, extrañeza y sospechas en una decepcionada afición, que se mantenía con el alma en vilo en momentos tan decisivos. Quizás algún día nos enteremos qué ocurrió realmente en aquella soleada y trágica tarde de Bilbao.
Mientras, sólo nos queda elevar un brindis de esperanza y optimismo para todos los cadistas en este año que comienza.
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