CÁDIZ CF
Sin victorias no hay paraíso
No debemos olvidar quiénes somos ni de dónde venimos, pero tampoco se ha de renunciar a la ambiciosa meta del dónde vamos
![Sin victorias no hay paraíso](https://s1.abcstatics.com/media/deportes/canal-amarillo/2018/04/gol-valladolid-cadizcf.jpg)
![El gol de Servando en Valladolid puede ser determinante.](https://s1.abcstatics.com/media/deportes/canal-amarillo/2018/04/gol-valladolid-cadizcf.jpg)
Salvado por la campana , por un coletazo de acierto a última hora, por un gol postrero y expiatorio que aún permite albergar esperanzas de enderezar ese camino descendente, pseudoagónico que hace varios meses emprendió el Cádiz CF. Un tanto que llegó de la única forma que podía producirse, mediante el lanzamiento de un córner o de una falta, dado que la elaboración de juego y la creación de jugadas de peligro constituyeron un auténtico páramo a lo largo de todo el encuentro disputado en el Nuevo Zorrilla. Situación que parece ya una constante en los compromisos a domicilio del cuadro amarillo, en los que sólo ha conseguido dos dianas en esta segunda vuelta.
Desoladora cifra, cuyo grado de estupor aumenta cuando se advierte que de 16 partidos jugados en esta segunda parte del campeonato, sólo se han ganado tres. Datos que hablan por sí solos y que evidencian, sin lugar a paliativo alguno, el preocupante nivel de juego y resultados al que hemos llegado. Mera constatación de la realidad que no debe hacer olvidar que el objetivo primordial de la permanencia ya se ha conseguido con solvencia y premura. Por lo que, ocurra lo que ocurra hasta el 3 de junio, el cómputo general de la campaña debe ser positivo. Pues nunca debemos olvidar quiénes somos ni de dónde venimos. Pero tampoco se ha de renunciar a la ambiciosa, ilusionante meta del dónde vamos.
Un futuro que se presumía tan grandioso y esperanzador durante tantas jornadas que, llegados a este punto de incipiente decepción, las dudas comienzan a aflorar y los ánimos parecen enfriarse. A pesar de lo cual, aún queda tiempo y posibilidades para enderezar la situación, sobre todo en esos decisivos duelos frente a rivales directos, que marcarán, de manera definitiva, el lugar de los amarillos en la tabla. Para lo que se necesitará una renovada solvencia en la obtención de algo tan elemental en el juego pero, últimamente, tan difícil de conseguir: goles y victorias. De nada valen tácticas, esquemas y sistemas si eso no se consigue. Sin victorias no hay paraíso.