Real Sociedad - Cádiz

La pizarra del Real Sociedad 4-1 Cádiz

Marcado por el arbitraje y la intervención del VAR, el partido pasa a un segundo plano a raiz de los penaltis y la expulsión de Marcos Mauro que destrozan al equipo de Álvaro Cervera

Rubén Sobrino debutó ante la Real Sociedad LA VOZ

Rubén López

Un análisis casi imposible

No es nada fácil analizar el partido del Cádiz ante la Real Sociedad en tierras vascas. No lo es porque la mitad del choque el equipo amarillo estuvo en inferioridad y en la otra mitad hubo muchos minutos en los que pasó de todo menos fútbol.

Si bien podríamos hacer un análisis hasta que llega el primer penalti. Hasta ahí el guión del partido cadista era el de siempre, plantados atrás, achicando balones e intentando sorprender arriba. ¿Podría haber llegado el gol de la Real? Puede que sí, pero lo que no entraba en los planes amarillos era que fuera por un penalti que solo vio el VAR en Anoeta.

A partir de ahí se sucedieron errores del Cádiz, está claro, pero todo se fue torciendo poco a poco con el siguiente penalti que finalmente no señaló Pizarro Gómez a favor del Cádiz y la expulsión de Mauro antes del descanso que terminó de destrozar el partido.

El Cádiz sigue siendo un equipo limitado ante rivales como la Real Sociedad. Un conjunto que necesita que pasen pocas cosas en el encuentro y viendo como se dio el choque todo lo que podía salir mal salió mal. Desde la lesión de Jonsson, a las interpretaciones del VAR y algunos errores clamorosos que se pudieron haber evitado. Si te sacan del partido es muy difícil volver a entrar.

1. Cervera repite once

Álvaro Cervera sacaba el mismo equipo que cayó ante el Atlético de Madrid. A pesar de la recuperación de Espino, el técnico dejaba al uruguayo en el banquillo y seguía apostando por un Jairo Izquierdo que volvió a sufrir de lo lindo en su banda. Isak sabía que tenía que atacar por ahí y volvió loco en el arranque del partido al jugador canario.

El primer tramo del partido, en el que poco pasó, se desarrollaba con el guión habitual. La Real tenía el balón, el Cádiz atrás y casi sin ocasiones de gol. Sin embargo, la peor noticia amarilla llegaba con la lesión de Jonsson. Garrido entraba en su lugar pero el vasco no estuvo fino en el encuentro, por más que la diferencia entre uno y otro es importante. Los números lo dicen todo.

2. El VAR saca al Cádiz del partido

Llegaba el primer penalti, luego la rectificación en el área contraria y mientras tanto el Cádiz ya perdía 2-0. Las cosas como son, el Cádiz pudo hacer mucho más en el segundo tanto de Oyarzabal, un mano a mano incomprensible cuando el marcador todavía era de 1-0.

Con el segundo gol, el partido se terminaba de romper con la expulsión de Marcos Mauro. Los amarillos se quedaban con diez jugadores ante toda una segunda parte en la que había que remar muchísimo para sacar algo positivo. Todo ello además con un Cádiz fuera del choque y desquiciado por las decisiones del árbitro influidas por el VAR.

Era tanta la empresa que el equipo de Cervera tenía por delante que en la segunda parte el conjunto gaditano trató de evitar una goleada sangrante más que cualquier otra cosa.

3. Sin historia tras el descanso

Muchos hablaban incluso de haber dejado el partido al descanso y no seguir jugando. Una medida extrema que no iba a ocurrir lógicamente pero que era el síntoma de lo que el cadismo estaba viviendo con su equipo ante la Real Sociedad.

La segunda parte se planteaba como un imposible y para ello Cervera buscaba sostener al equipo de cara a evitar una goleada sonrojante. Rubén Sobrino y Alcalá entraban en el campo supliendo a Choco Lozano e Iza. Cervera jugaba por momentos con una defensa de tres centrales con Fali más retrasado y dejando a Rubén Sobrino más caído en una banda.

Isak hacía su doblete participar marcando el tercero y el cuarto tanto ante un Cádiz que había bajado los brazos. Cierto es que el árbitro puede desquiciar y que es muy difícil competir así, pero este equipo nunca debe hacer eso. L os goles en contra también cuentan para la permanencia y aunque haya factores que no se pueden controlar, un equipo nunca debe rendirse y por momentos así parecía en un Cádiz que daba facilidades enormes al cuadro vasco.

Cervera intentaba recomponer al equipo con la entrada de Espino y Saponjic por Cala y Negredo. El Cádiz jugaba con una línea de cuatro atrás (Espino, Alcalá, Fali y Salvi) y otra línea de cuatro por delante (Jairo, Garrido, Perea y Sobrino), mientras que en punta de ataque se quedaba Saponjic.

Con Jairo más adelantado llegó el tanto del canario tras una excelente asistencia de Perea y el partido iba muriendo con ocasiones de la Real que casi perdonó una goleada mayor. Un partido con poca historia, con el Cádiz k.o. a nivel mental y del que pocas conclusiones más se pueden sacar.

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