Valladolid - Cádiz

La pizarra del Valladolid 0-1 Cádiz

Solo el último cuarto de hora final permite albergar esperanzas de sacar algo positivo, que encuentra Álvaro Negredo con un gol milagroso en el tiempo de descuento

Negredo celebra su gol en Pucela LA VOZ

Rubén López

Negredo aviva la fe

Si no fuera por el gol de Álvaro Negredo en el minuto 91 del Valladolid - Cádiz , la lectura del partido para los amarillos sería bastante clara: mal encuentro que acaba con un empate totalmente insuficiente para un equipo que sigue sin ganar y marcar.

Pero como el fútbol es tan bonito, a la par que milagroso, el tanto del vallecano cambió toda la lectura del encuentro. Sí, somos resultadistas en esta vida, prevalece el resultado al juego, a no ser que te llames Guardiola y quieras ganar solo si juegas bonito. En este Cádiz ahora mismo lo más importante es sumar y ganar, porque a partir de ahí llegará lo segundo, jugar bien. Aunque es cierto que con lo segundo es más fácil llegar a lo primero, pero está claro que lo más importante en Pucela era sumar y a poder ser ganar, y se consiguió.

Con todo, no podemos ocultar en el análisis que el encuentro del Cádiz fue más de lo mismo. Un equipo con unas tremendas dificultades para generar juego ofensivo y que en defensa sigue cometiendo muchos errores. Solo las paradas de Conan y el desacierto local permitió al Cádiz llegar con vida al tramo final del partido. Y no es menos cierto que ahí, sí dio el equipo un paso adelante. No en forma de ocasiones, pero sí en la manera de ir a pro el partido. Solo esperamos que esta victoria sea un punto de inflexión para seguir remando.

1. Cambios en defensa

Sergio hacía dos cambios, y los hacía en defensa. Iza y Chust relevaban a Zaldua y Momo, aunque el vasco sería clave al final en el centro del gol de Negredo. El Cádiz salía bien al choque, con intensidad y una presión alta que dificultaba la salida de balón del cuadro de Pacheta.

Los primeros minutos eran amarillos hasta que poco a poco el partido comenzaba a igualarse. Solo una llegada amarilla y otra del conjunto local eran las oportunidades de un partido que comenzaba a desnivelarse . Pacheta y lo suyos tomaban las riendas del encuentro y apretaban a un Cádiz que por momentos se iba del partido. Álex, que no está del todo bien físicamente por problemas musculares, trataba de frenar las internadas locales junto a San Emeterio.

2. Conan salva los muebles

El tramo final de la primera parte dejaba a un Cádiz en el que solo en ataque deslumbraba Ocampo. Lucas Pérez no terminaba de enganchar con Sobrino, ya que ambos fallaban en las triangulaciones. Espino y Ocampo, la banda izquierda, funcionaba más que la derecha hasta que el Valladolid tomó el rumbo del partido.

Con el descanso, Sergio metía a Alcaraz en el terreno de juego por Ocampo . Sobrino se iba a la izquierda y Álex hacía las veces de mediapunta. Sin embargo, los problemas comenzaban a llegar. El Valladolid hacía acoso y derribo, el Cádiz no era capaz de tener la pelota y todas las disputas eran para los locales.

Minutos más tarde, Sergio trataba de reaccionar metiendo a José Mari y Bongonda por San Emeterio y Álex. El Cádiz jugaba con Alcaraz y el roteño en el centro, Bondonda con Lucas arriba, y Sobrino y Alejo en las bandas.

Sin embargo, los amarillos se topaban una y otra vez con un Valladolid que con centros laterales ponía en aprietos a la zaga amarilla. Una y otra vez, y en la mayoría remates que se iban fuera o Conan salvaba.

3. Un paso adelante

Fue con los dos últimos cambios de Sergio cuando el Cádiz cambió y empezó a generar algo de juego ofensivo. Negredo y Zaldua entraban en el campo, el primero por Alejo y el segundo por Iza. Arriba el Cádiz acababa con el vallecano y Lucas, con Bondonda y Sobrino en las bandas.

El Valladolid no había podido meterle mano al Cádiz y el equipo amarillo daba un paso adelante teniendo algo más el balón y yendo arriba. Sin llegar a generar ocasiones claras, el cuadro de Sergio merodeaba el área hasta que un centro de Zaldua, el único pase decente en todo el partido, se convertía en gol gracias al oportunismo de Negredo.

Los amarillos ganaban, ahogaban sus penas y daban un primer paso para la recuperación. Queda mucho trabajo aún por delante, pero ganando todo es más sencillo.

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