Osasuna - Cádiz

La pizarra del Osasuna 3-2 Cádiz

Con cambios en el once, el equipo amarillo se descompone tras un gran inicio al lesionarse Akapo y a partir de ahí pierde en una intensidad en la que ayuda también los desarreglos del VAR

Jugadores del Cádiz en un saque de esquina en El Sadar LA VOZ

Rubén López

El VAR hasta en la sopa

Cinco cambios introducía Álvaro Cervera en el once que saltaba en El Sadar ante Osasuna. Con algunos jugadores que continuaban en el once, caso de Saponjic y por razones extradeportivas, la idea del técnico era seguir probando cosas. Iza de extremo, una posición que no es nueva para él, era una de ellas, además de comprobar como se manejaba el Cádiz con Choco Lozano en la banda.

Sin embargo, la lesión de Akapo lo torció todo y el Cádiz poco a poco fue perdiendo fuelle. Los desajustes en defensa junto con el VAR hicieron el resto para que un partido que no fue de derrota, acabara así. Lo de los arbitrajes y las manos en la temporada del Cádiz ya es de análisis pero con todo y con esas este equipo ha demostrado una capacidad envidiable para muchos equipos de la categoría.

1. Probaturas de Cervera

Álvaro Cervera sigue planificando junto al club la próxima temporada, de ahí que en estos partidos siga mirando jugadores y posiciones de cara a la campaña venidera. Hasta cinco cambios hacía en el equipo titular que salía de inicio frente al CA Osasuna. Alejo se caía del titular por molestias y su lugar lo ocuapaba Iza jugando de extremo. Akapo jugaba en su posición, mientras que Espino regresaba a la titularidad. Alcalá suplía la baja de Fali, mientras que Garrido hacía lo propio jugando por José Mari y David Gil en la portería por Conan.

El Cádiz comenzó muy bien, jugando incluso en el campo rival y teniendo ocasiones ante un Osasuna desaparecido. Los amarillos ofrecían buenos minutos pero no encontraban la recompensa del gol. La lesión de Akapo trastocaba al equipo pues Iza volvía al lateral derecho y entraba Perea. El manchego se iba a la izquierda mientras que Choco se iba a la derecha . Con el paso de los minutos, Perea jugaría de enganche y Choco regresaría a la banda izquierda, mientras que Sobrino caería a la banda. Todo ello con Perea y Saponjic en ataque.

El gol de Osasuna, Choco no cierra bien en banda y Alcalá deja solo a Budimir, era injusto a tenor del juego pero el Cádiz perdonó y Osasuna no.

2. Igualdad con el gol de Saponjic

La segunda parte arrancaba con el penalti que el Cádiz se encontraba y transformaba Saponjic. Con el 1-1, el equipo amarillo intentó encontrarse con su ADN y esperar a un Osasuna que tenía ya el mando del partido.

Había igualdad en el marcador pero el Cádiz no estaba cómodo en el partido. El equipo cometía algunos fallos y carecía de esa intensidad que tanto pide Álvaro Cervera para sus equipos. Fruto de ello llegó el segundo tanto de Budimir. Alcalá deja al delantero de Osasuna que controle, se tome un café, se revuelva y dispare. Gol local y el Cádiz veía lo que le ha sucedido en algunos momentos de la temporada; cuando carece de intensidad es un equipo vulgar.

Jairo entraba por Saponjic y eso hacía que Choco se fuera a la punta de ataque intercambiando posiciones con Sobrino. El Cádiz tenía que remar en un partido que no merecía perder pero en el que iba por detrás en el marcador por sus propios fallos.

3.El fútbol artificial hace el resto

Y cuando todo parecía en un pañueño, llegó el VAR. Una de esas nuevas manos que ahora son penaltis, la señalaba el colegiado a instancias del videoarbitraje. Los jugadores no pueden saltar con las manos despegadas, tienen que hacer piruetas para hacer lo que buenamente pueda. Como el balón toque una mano, adiós.

Este es el fútbol artificial que están creando y del que el Cádiz ha sido muy perjudicado esta temporada. Osasuna ponía el 3-1, antes que Perea le diera picante al partido con el segundo gol amarillo. Sin embargo, en la recta final el Cádiz no tuvo ocasiones reales de empatar si quiera el partido.

Negredo y Pombo entraban en la recta final por Garrido y Sobrino . El maño se colocaba en el centro del campo mientras que el vallecano lo hacía en punta.

Solo en la primera media hora de partido se vio un Cádiz reconocible que perdió por sus propios errores y por la aparición del VAR, como siempre perjudicial para un fútbol que cada vez es menos auténtico.

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