Levante - Cádiz
La pizarra del Levante 2-2 Cádiz CF
Golpes mutuos, sobre todo en la primera parte, entre dos equipos que compiten como pueden y firman un justo empate en la recta final
El VÍDEO del gol de Álvaro Negredo ante el Levante
Negredo en el partido ante el Levante
Intercambio de golpes sin sangre
Fue entretenido para el espectador el partido que se vio en el Ciudad de Valencia entre Cádiz y Levante. Bonito para la gente, no tanto para un Álvaro Cervera que no salió del todo contento del juego de su equipo frente al de Paco López. Cierto es que el equipo amarillo mejoró la imagen dada ante el Elche, estuvo mucho mejor, pero sus limitaciones se nota a la hora de poder ir a por partidos como el jugado en tierras valencianas.
El inicio del Cádiz no fue bueno pero se fue recomponiendo hasta darle la vuelta al marcador con una contra de manual bien ejecutada por Akapo. Los cambios, posicionales sobre todo, en la primera parte dieron algo más de mordiente a un Cádiz que compitió como buenamente pudo ante un equipo "de más calidad" , tal y como explicaba Álvaro Cervera tras el choque.
El encuentro reafirma la grandeza de un equipo exprimido al máximo y que necesita más y mejores naranjas para que el zumo de la próxima temporada tenga como mínimo el mismo sabor de esta campaña.
1. Lo mejor, al once
Álvaro Cervera disponía un once titular con sus mejores hombres sobre el campo. Finalizada la broma contractual de Saponjic, no jugó un solo minuto en Valencia, Cervera ponía en el campo lo mejor que tenía, sabiendo las numerosas bajas.
Con Negredo y Sobrino en ataque este equipo es totalmente diferente. Akapo jugaba de inicio en el lateral zurdo, mientras que la predisposición inicial era de tres centrocampistas, yendo más a la presión el danés Jonsson con José Mari y Augusto más retrasados.
El choque empezaba con un Levante mucho mejor que encontraba pronto el gol en un desajuste feo del equipo amarillo. Roger ponía un 1-0 que a los pocos minutos encontraba la igualada con un remate genial de Negredo, posterior a la buena jugada colectiva del Cádiz. El empate intentaba calmar las agunas de un Cádiz que no estaba bien en el campo, aunque los minutos le daban algo más de poso frente al cuadro granota.
2. Sobrevivir
Antes del 1-2 en una contra perfecta, Cervera había hecho un cambio en los laterales. Akapo se iba a la derecha, mientras que Iza jugaba a pierna cambiada en la izquierda. El cambio funcionó pues el Cádiz dejó de sufrir tantos y comenzó a tener más presencia en el campo rival.
Tras un saque de esquina, un contragolpe genial del equipo amarillo acababa en un remate perfecto de Akapo. Con la remontada cadista se llegaba al descanso, antes de una segunda parte en la que al Cádiz le costó más crear ocasiones y peligro en el campo rival. Una segunda mitad de superviviencia pura y dura, como muchos partidos del Cádiz esta temporada.
Sabiendo las limitaciones amarillas, este Cádiz ha sido capaz de luchar y pelear hasta el límite para conseguir puntos y victorias.
3. Cambios, homenajes y poco más
Con el debut de Bastida y la despedida de Augusto, el Cádiz encontraba el tanto de Melero que ponía la igualada. En ese desconcierto de los cambios el partido se igualaba, sabiendo el Cádiz en cualquier golpe o fallo el Levante se podía llevar el partido.
Cervera cambiaba el centro del campo. Con Bastida, Garrido jugaba en el medio hasta que la lesión de Alcalá le mandaba al centro de la defensa con Fali. José Mari acompañaba al chiclanero, mientras que Jairo jugaba a pierna cambiada en la derecha , Pombo en la izquierda, y Sobrino y Malbasic en punta de ataque. Los cambios de Álvaro Cervera permitían al Cádiz sostener el empate y al menos sumar un punto que el Levante firmó antes del final, pesa a la ocasión que tuvo Roger en el descuento.
Igualada justa de dos equipos con poco en juego pero que tuvieron sus momentos de competitividad y sobre todo de tensión durante el encuentro. El Cádiz ha demostrado esta temporada ser un equipo con mayúsculas, sabiendo siempre que hacer en cada momento de los partidos. Un conjunto dirigido por un entrenador enorme.
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