Cádiz - Valladolid

La pizarra del Cádiz 2-0 Valladolid

El cuadro de Sergio tira de orgullo para hacer una primera parte completa en la que solo falta el gol, y en la segunda, cuando peor lo pasa, encuentra una genialidad de Bongonda para meterse el choque en el bolsillo

Momento del Cádiz - Valladolid LA VOZ
Rubén López

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Si buscas la victoria, ganas

Los partidos entre rivales directos que luchan por la salvación son muy duros. Más aún si llegan cuando quedan pocas fechas en el calendario para determinar quien se queda en Primera y quien baja a Segunda. Por ello, siempre es clave salir a por los partidos desde el minuto uno y demostrar el equipo que busca la victoria como sea.

Y es equipo fue el Cádiz ante el Valladolid. Un conjunto que demostró que no quería el empate, que lo único que le valía era la victoria y así fue, con merecimiento. Al descanso el conjunto de Sergio ya merecía ir ganando y en la segunda parte, cuando peor pasaba, llegó uno de esos momentos inesperados de un jugador inesperado. Un genialidad de Bongonda que puso el partido en bandeja para un Cádiz que solo tuvo que esperar la autodestrucción del Valladolid para terminar de rematarlo.

Lección táctica de Sergio a su homólogo en el banquillo de Pucela, Pezzolano. El catalán supo jugar siempre a un rival que ni por variar de esquema mejoró lo suficiente para sacar el partido adelante.

1. Sergio apuesta por la victoria

Sergio dejaba en la caseta a San Emeterio dando entrada a Alcaraz. La otra novedad, la obligada de Bongonda por Alejo, sin duda a la postre el congoleño fue decisivo. Enfrente un Valladolid con tres centrales que confiaba en cerrar el partido atrás y generar por fuera con dos laterales muy profundos.

Sin embargo, el Cádiz le cogió rápido el pulso el partido y aunque las llegadas eran escasas en las dos áreas , se veía que el cuadro cadista quería más y trataba de hacer más cosas en el área rival. Siempre profundizando por banda, el cuadro cadista encontraba a Sobrino y un Bongonda eléctrico que terminaba de generar inquietud arriba.

Fruto de todo ello un penalti sobre Chris Ramos que por desgracia Alcaraz mandaba al larguero. El Cádiz había creido desde el minuto uno en la victoria pero el error del penalti le condenaba a sufrir mucho durante el partido.

2. Choco y Bongonda cambian el partido

En la segunda parte, Sergio metía al Choco Lozano por las molestias de Chris Ramos y la participación del hondureño fue clave para ganar el choque. Empezó a quedarse el balón arriba y a generar peligro y faltas cada vez que le llegaba la pelota. El Valladolid había movido ficha metiendo a jugadores como Aguado para tener más fútbol en el centro del campo.

Y poco a poco el equipo de Pucela se fue adueñando del choque. Los visitantes dominaban el encuentro y tenían el balón más que un Cádiz que le costaba robar. Eran los peores momentos de un equipo cadista que tenía que remitirse a sufrir y ver como el gol pucelano se podía acercar. Eso sí, sin generar demasiado peligro.

3. El Cádiz remata, el Valladolid se destruye

Y cuando peores venían para el Cádiz llegó la genialidad de Bongonda. Un latigazo que abría el partido para el Cádiz y le permitía respirar, a la par que cambiar la dinámica del choque. En cinco minutos el Cádiz terminaba de cerrar el partido con un penaltazo sobre Choco que Bongonda, como los buenos toreros, remataba a gol sin apenas carrerilla.

En un visto y visto el Cádiz había despachado a un Valladolid que seguía en su plan de autodestrucción tras el primer gol de Bongonda. El penalti y luego una clara expulsión para terminar de sacarle del partido.

Sergio, viendo el panorama, se decidía a reforzar el centro del campo dando entrada a José Mari y San Emeterio . Sin Alcaraz, el Cádiz dejaba al roteño algo más adelantado y a Escalante con Fede por detrás. Luego hacía un cambio de hombre por hombre con Momo por Meré para terminar de meter a Arzamendia por Bongonda para frenar la banda de un desaparecido Gonzalo Plata.

Sergio daba una lección táctica a Pezzolano de cómo abrir el campo y generar superioridad ante una defensa de cinco. Sin demasiadas ocasiones, su dosis de sufrimiento y encontrar la calidad en el momento clave, el Cádiz se llevaba el partido y una dosis de moral tremenda para afrontar lo que queda.

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