Cádiz - Real Sociedad

La pizarra del Cádiz 0-1 Real Sociedad

Sergio pone en liza el mejor once posible, pero no es suficiente para frenar a un rival que se muestra muy superior en muchas fases del partido

Imagen del Cádiz - Real Sociedad L.V.

Rubén López

Falta mucho

No se pueden achacar falta de ganas o voluntad a un Cádiz que lo intentó sobre el terreno de juego de Carranza frente a la Real Sociedad. Puso ganas y actitud, pero en Primera División eso no es suficiente, hay que unirle una cosa fundamental en la máxima categoría: calidad. Y a este Cádiz, que tiene jugadores con talento, le falta aún más para llegar algún día a afrontar con más garantías un partido ante la Real Sociedad.

Sergio puso en liza lo que buenamente tenía disponible para el partido. Con siete bajas y solo dos caras nuevas realmente, Zaldua y Mabil, el técnico catalán no podia disponer de futbolistas claves: Álex, Alcaraz, Sobrino, San Emeterio, y otros que aunque están, no lo hacen a su máximo nivel, caso de Alejo, Negredo o incluso el propio Espino.

Un centro del campo con Fali y José Mari habla a las claras de lo que el Cádiz podía pretender ante un equipo que maneja tanto y bien el balón como la Real Sociedad. Un Cádiz que por momentos parecía tener a Álvaro Cervera en el banquillo, por estar bien juntito atrás y buscar las contras. Y es que el Cádiz fue capaz durante muchos minutos de defender bien y con orden, pero al final se impuso la calidad que propicia incluso que jugadores fiables, caso de José Mari, cometa errores que propician goles.

La gran lectura del partido es que es necesario subir el nivel del equipo y eso se consigue recuperando jugadores y por supuesto fichando. Hoy por hoy, lo primero parece más sencillo.

1. Arzamendia y Perea, sorpresas

Las sorpresas en el once de Sergio estaban en las bandas con Arzamendia y Perea como titulares, más aún viendo al manchego en una banda poco habitual para él, la derecha. Ninguno de los dos ofreció nada interesante en el partido. El paraguayo sigue reventar en el Cádiz, mientras que Perea está lejísimo de la versión que se vio de él en Segunda División.

La primera ocasión la tenía para un Cádiz que aprovechaba la debilidad eln el costado derecho de la Real para encontrar velocidad con el Choco Lozano. El Cádiz estaba cómodo, a pesar de que con el paso de los minutos el cuadro vasco se adueñaba del balón. Los dos equipos comenzaban con un ritmo muy vivo en el comienzo. Fali y José Mari se compenetraban bien, pero siempre destruyendo más que creando.

2. Gol imperdonable

El partido estaba en una tónica de igualdad en las ocasiones. De hecho, la Real hasta el gol no había tirado a puerta. Un fallo en la salida de balón propiciaba el tanto de Kubo que encontraba un pasillo enorme en el desajuste. El Cádiz no podía con la presión de un cuadro vasco que le mermababa a la hora de sacar el balón jugado.

El tanto noqueaba al Cádiz en un partido sin ocasiones claras. Un revés propiciado por un claro fallo cadista. En el descanso, Sergio metía el primer cambio dándo entrada a Mabil por Perea. El australiano ofrecía más posibilidades en ataques, virtud a su desparpajo y punto de velocidad. Quizás una de las mejores noticias del partido. Por su parte, está claro que Perea si puede ofrecer cosas es en la izquierda saliendo a pierna cambiada para el centro .

3. Mala segunda parte

Con todo, lo peor del encuentro fue la segunda parte cadista. Si bien en la primera no estuvo del todo mal, a pesar del gol, en la segunda se mostró incapaz de meterle mano al equipo de Imanol. Muy débil en ataque, pensando más en no encajar el segundo que en otra cosa.

Sergio tardaba quizás demasiado en quitar a Arzamendia y José Mari. Alejo y Alarcón suplían a ambos yendo Mabil a la izquierda y el de Valladolid a su lado natural. Con los relevos en las bandas el Cádiz tenía algo más de peligro pero no terminaba de fructificar las jugadas en ataque.

Conan intervenía en más de una ocasión con paradas heróicas, sobre todo una a Silva inverosímil, y eso mantenía al Cádiz vivo en el partido. Mientras que la Real no sentenciaba, el equipo de Sergio tenía opciones. Negredo y el canterano Diarra eran los últimos cambios por Lucas y Zaldua. E l Cádiz acababa con una defensa tres y muchos centros al área pero ninguno finalizaba con remate a la portería de Remiro.

Sensación de que faltan muchos argumentos para que este Cádiz vuelve a ser competitivo. Jugadores lesionados, ausencia de futbolistas que den una vuelta de tuerca más y en definitivo un equipo que ofrezca más garantías para estar en Primera División.

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