Cádiz - Granada

La pizarra del Cádiz 1-1 Granada

Los amarillos ponen toda la carne en el asador pero ni por esas son capaces de vencer su primer partido como local, en una nueva demostración que no hay más cerca que la que arde

Alejo en el choque ante el Granada A.V.

Rubén López

Esto es lo que hay

Lo dijo Ronald Koeman hace unas semanas sobre el FC Barcelona y aunque Álvaro Cervera no lo ha dicho públicamente, el caso es que en este Cádiz ahora mismo no hay mucho más de lo que se puede ver domingo tras domingo. La plantilla es la que es hasta el momento y la diferencia con otros rivales de la misma liga del Cádiz es muy grande.

Para muestra un botón. El Granada acabó el partido en Carranza con Luis Suárez, Bacca y Jorge Molina, delanteros que cualquier equipo de media tabla de Primera podría tener en sus filas. El Cádiz lo hizo con Osmajic, Rubén Sobrino y Salvi. Jugadores que en su momento ha dado buen rendimiento, del primero nada se sabe, pero que las cosas como son no tienen el nivel de los del Granada o de los Joselu, Enes Unal, Morales o Roger, por decir algunos de los arietes que tienen otros rivales en la lucha por la permanencia.

El caso es que el Cádiz lo dio todo ante el Granada. Puso toda la carne en el asador e hizo uno de sus mejores partidos de la temporada pero al final solo pudo empatar a uno. Álvaro Cervera le ganó claramente la partida a un Granada que no encontró frescura con Puertas o Luis Milla . El equipo cadista anuló al nazarí y estuvo más cerca de ganar que nunca pero al final la falta de contundencia a la hora de matar los partidos le volvió a pasar factura a un equipo que arriba sigue siendo pescaito en blanco.

1. Cervera sigue moviendo el árbol

Hasta cinco cambios hizo Álvaro Cervera en el once titular en una nueva demostración de que el entrenador sigue buscando, cambiando y pensando qué hacer para ganar partidos. Nueva pareja de centrales con Fali y Cala, las bandas también nuevas con Alejo y Arzamendia, y el regreso de Alarcón al centro del campo.

El técnico disponía de un trivote en el centro del campo con Alarcón, Jonsson y Álex. El danés era casi siempre el primero en salir a la presión de Luis Milla , mientras que el chileno estaba más agazapado cerca de los centrales. El Cádiz salía con mucho ímpetu desde el primer minuto y dejaba a las claras que su única idea ante el Granada era la de sacar los tres puntos.

Los amarillos pisaban el área del Granada y se mostraban serios en defensa hasta que el primer gol de Arzmendia abría la lata y ponía por delante al Cádiz con total merecimiento. Con la entrada de los jugadores de Cervera y demostrando que laas cosas se pueden hacer bien, el cuadro cadista ponía tierra de por medio al rival.

2. Los cambios no mejoran

Al descanso, Mauro y Salvi entraban por los tocados Fali y Arzamendia. El Cádiz salía bien tras el tiempo de asueto con un Iván Alejo haciendo un trabajo todo el encuentro enorme y dándolo todo en cada balón. Arriba, el Choco sigue siendo el gran baluarte cadista. Balones al hondureño que el delantero peleaba y en ocasiones prolongaba.

El Cádiz y su juego era claro: no complicarse la vida en absoluto. Cada vez que recuperaba una pelota, balón en largo al Choco Lozano . La lástima es que el hondureño esté tan solo en ataque y que todas las jugadas se las tenga que fabricar él solo.

Por detrás, jugadores como Jonsson y Alarcón rendían bien con un Álex Fernández en muchos lugares del campo. El Granada no terminaba de encontrar profundidad con los pases de Luis Milla pero Moreno cambiaba el partido metiendo todo su arsenal en ataque. Por contra, el Cádiz no mejoraba con jugadores como Salvi, en primera instancia, y luego Sobrino y Osmajic. Ninguno de los tres estuvo al nivel ni de cerca de sus compañeros.

La última parte del partido era con Sobrino en la izquierda, Salvi en la derecha y Osmajic en punta. Tuvieron oportunidades para matar el duelo pero nada de nada.

3. Otra vez la recta final

El Cádiz generaba contras pero era capaz de matar el partido. El equipo tenía espacios para correr y buscar las cosquillas ante un rival que tenía todo en ataque y descuidaba la defensa, pero ni por esas. Lo normal en Primera es que en situaciones como la que se le presentó al Cádiz pueda sentenciar más pronto que tarde , pero el cuadro cadista peca de falta de gol arriba y eso lo nota.

Al final, un disparo con dos rebotes acabó en gol para un Granada que empujó sobre todo con faltas laterales y balones al área pero no con grandes llegadas. Otra vez la recta final de un partido condenaba al Cádiz que dejaba escapar dos puntos valiosos.

Dejen de mirar al banquillo porque el problema no está ahí. Al Cádiz le pesa una plantilla que no ha mejorado el pasado verano y que ahora debe hacer los deberes en la prueba de un mes de enero siempre complicado. No hay más.

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