Cádiz - Eibar

La pizarra del Cádiz 1-0 Eibar

Los amarillos sufren para amarrar tres puntos para la permanencia en un partido de menos a más y en el que el trabajo colectivo junto con la calidad de Negredo y la aparición de Conan se antojan claves para vencer

Conan y Álex se abrazan tras el partido LA VOZ

Rubén López

Moral y entrega para ganar

Hay que sufrir, y lo que queda. Más de un aficionado del Cádiz perdió algún año de vida, como se suele decir, tras el partido ante el Eibar. Enorme sufrimiento de una hinchada que por desgracia lo hace a distancia pero ve como su equipo logró una victoria vital en la búsqueda de la permanencia.

De menos a más, entrando con el paso de los minutos en el partido y sorteando los mil obstáculos que cualquier partido de Primera División te pone en el camino. Ocasiones erradas y un penalti inexplicable fueron en esta ocasión las piedras en el camino del conjunto gaditano.

Cervera sabía que tenía que limitar el jugo de posesión del Eibar aunque costó por muchos momentos. Cerrando bien a Bryan Gil y con una demostración de trabajo enorme tapando las bandas y encontrando soluciones a los problemas. Si no tienes lateral diestro, Álex puede jugar ahí. Si tienes en el banquillo velocidad y posesión, Perea y Jairo son la respuesta. El Cádiz juega a lo que sabe y ganando todo es más sencillo, desde la mejoría en el juego hasta la moral de un equipo que da un paso adelante.

1. Vuelve la caballería

Volvían los pesos pesados del Cádiz al centro del campo amarillo. José Mari y Jonsson eran las novedades de un equipo que salía de inicio con su once de gala y la ausencia de Fali saldada por Juan Cala. Pera y Garrido eran en esta ocasión los sacrificados en el conjunto gaditano.

El caso es que el Cádiz no salió como se esperaba. El Eibar se hizo dueño y señor del balón y del partido. Los armeros metían muy atrás al Cádiz y generaban ocasiones de peligro como el gol bien anulado a Enrich en el arranque.

El Cádiz con Álex y Rubén Sobrino cambiando sus posiciones por momento, no terminaba de entrar en el partido. El paso de los minutos iba dando algo más de tranquilidad en un equipo muy preocupado por los puntos y la tabla clasificatoria.

2. Negredo saca la cabeza

El partido era un intercambio de golpes. El buen inicio del Eibar se difuminó con el paso de los minutos y el Cádiz consiguió igualar en el juego a un rival que ya no llegaba tanto al área de Conan. Aunque pudiera parecer un partido cerrado, los dos goles anulados, uno a cada equipo, y las llegadas hacían que el encuentro estuviera en un pañuelo.

Sin embargo, llegó una de las jugadas del partido. Una jugada que inicia Negredo la termina él mismo con un cabezazo perfecto tras un centro aún mejor de Espino . La jugada es casi idéntica a la que se fraguó en Ipurua en el primer tanto amarillo con los mismos protagonistas.

El gol daba moral a un Cádiz que por momentos veía peligrar el partido y el marcador. Todo ello antes de llegar al descanso, con la victoria en el luminoso y en la moral de un equipo amarillo que asistía el primer golpe en un choque de necesitados. Un golpe que también influye de cara al ánimo de unos y de otros.

3. Sufrir para ganar

Realmente no fueron excesivas las ocasiones del Eibar para lograr el empate en la segunda mitad. Sin embargo, cualquier mínima acción podía decantar la balanza de un lado a otro. Caso por ejemplo de un penalti rocámbolesco que por fortuna Conan paraba con una buena intervención.

A raiz de ello Negredo tenía la sentencia pero su pelota se marchaba pegado al palo. El Eibar generaba por el centro y de ahí que Cervera metiera en el campo a dos jugadores frescos como Fali y Garrido. Ambos suplían a Jonsson y José Mari dándole más mordiente al equipo. El jugador valenciano se colocaba algo más por delante para intentar salir al inicio de jugada del Eibar.

Antes, Cervera metía a Alberto Perea por Salvi de cara a tener más el balón en el partido, cosa que le salió bien. Choco Lozano entraba por Negredo para buscar esas contras que el Cádiz encontró. El jugador hondureño estuvo a punto de marcar en dos, sobre todo la primera, muy clara.

Todo ello con el enorme trabajo de Rubén Sobrino . El jugador cedido por el Valencia trabaja como uno más jugando en diversas posiciones. De media punta, en la banda derecha y acabando casi en el centro del campo. Enorme el futbolista amarillo.

La lesión final de Iza hacía que el Cádiz acabara con otro jugador que se sacrifica como Álex en la banda derecha y Jairo jugando en la media punta con Perea y Sobrino en los costados.

Solo el marcador ajustado y el empuje vasco hacían peligrar un marcador que el Cádiz supo aguantar muy bien. Teniendo la pelota, consiguiendo faltas y teminando tras siete minutos de descuento con una sequía de victorias que ya ahogaba.

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