Cádiz CF
Preclaro paradigma
La victoria ante el Tenerife es el ejemplo claro de lo que quiere Cervera
Si excluimos el sobresalto acaecido en el primer minuto de juego, en el que Cifuentes volvió a salvar los muebles con una parada prodigiosa , el partido disputado el pasado sábado frente al Tenerife constituyó el más preclaro paradigma del modelo pretendido por Cervera, el ejemplo tipo de su manera de afrontar los duelos: un encuentro con escasas ocasiones de gol, donde el rival apenas merodeó el área cadista y donde todo lo que ocurría parecía transcurrir bajo preconcebido control.
Una forma de entender el fútbol que conlleva el sacrificio de gran parte de las propias energías en maniatar y obstruir el desenvolvimiento ofensivo del contrario y que fía la victoria en el acierto rematador de alguna de las escasas oportunidades que se presenten.
Bajo estas irrenunciables premisas, se observó un Cádiz CF aguerrido y concentrado, que supo asumir con serenidad, personalidad y fluidez las riendas del choque. Para lo que contó con el apoyo de esa nueva arma encontrada en Machís, cuyo desparpajo y verticalidad han venido a renovar con enorme éxito el anquilosado arsenal de vanguardia que poseíamos. En quince minutos de juego ya había provocado dos tarjetas amarillas a sendos futbolistas tinerfeños y cuando encaraba y retaba contrarios en velocidad, obligaba a éstos a acudir prestos en la ayuda, lo que agrupaba en un reducido sector del campo al grueso de la defensa rival.
Circunstancia ésta que, a buen seguro, será aprovechada por el equipo para, mediante raudos cambios de orientación, encontrar vías de penetración por la banda contraria del ataque. En cuanto a Querol, la otra incorporación invernal que ha gozado de titularidad, su envergadura y poderosa zancada lo erigen en hombre polivalente de cualquier zona de vanguardia. Lo que sumado a los nuevos elementos incluidos en el plantel y a la compensada plantilla con que ya se contaba, auguran un futuro pleno de confianza en las posibilidades y en las metas a las que puede aspirar el equipo. Para lo que habrán de mantenerse las fuerzas y la ilusión intactas, una vez padecida la experiencia del año anterior.