Pan y circo
Se paró el tiempo
'Permanecemos inmersos en un contenido optimismo tras las tres victorias consecutivas en propio feudo'
![Alejo y Ramos salieron en la segunda mitad.](https://s2.abcstatics.com/media/canal-amarillo/2023/02/27/v/1462258928-kVBB--1248x698@abc.jpg)
Ya nos lo advirtió Albert Einsten cuando proclamara su revolucionaria teoría de la relatividad: ni el espacio ni el tiempo son lo que parecen, que más bien se tratan de falsas ilusiones, que carecen de carácter absoluto. Por si cabía alguna duda de la veracidad de tan desconcertante descubrimiento, el pasado sábado nos convertimos en sufridores y testigos de la rotunda relatividad de, al menos, el segundo elemento del binomio aludido. Descubrimos, muy a nuestro pesar, que el tiempo nos es uniforme, que se condensa y que se estira, que un minuto parece que no acaba nunca, que nueve minutos se asemejan a una eternidad.
El tiempo se enloqueció el sábado por la tarde. En el ámbito espacial que delimitan las elevadas paredes del viejo Carranza, se vivió una funesta comprobación de la inquietante elasticidad de ese dudoso concepto denominado tiempo. Iniciado, sí, a su hora prevista, algo misterioso debió ocurrir en su transcurso porque el partido no terminaba. Los relojes parecían detenerse, los minuteros, asépticos alfileres de martirio, retardaban con indisimulada saña su transitar por la atávica noria de su camino.
Descuento sobre descuento y más descuento...hasta que la tarde se convirtió en un único clamor, en unánime estallido de júbilo que pregonaba la ansiada, la escurridiza, la redentora finalización con tres nuevos puntos en las alforjas. La situación continúa difícil, pues los rivales no dan tregua, y no sabemos si al final de temporada alcanzaremos o no la salvación. De momento, tal como se vienen desarrollando los duelos en casa, ahítos de nervios, de zozobra y de tensión, bien haríamos en conformarnos con arribar a ese fin de campaña con la integridad física y psíquica de todos los cadistas salvaguardada. Que no será empresa fácil. Respecto al futbolístico objetivo, permanecemos inmersos en un contenido optimismo tras las tres victorias consecutivas en propio feudo, al que se pretende erigir en el inexpugnable fortín que nos conduzca a la permanencia. Y ya que sabemos que el tiempo posee condición tan flexible, esperemos que también se estire el día que vayamos perdiendo.