Pan y circo
Metidos en la pelea
'la mejoría experimentada por el cuadro amarillo en estas últimas jornadas ha sido fulgurante'
Satisfecha con el esfuerzo realizado y reconfortada por los buenos momentos ofrecidos por su equipo ante el Español, la afición abandonaba las nuevas instalaciones del viejo Carranza orgullosa de los suyos y con fundadas esperanzas de un futuro mejor. Al tiempo que constataba que un breve período de despiste, unos minutos de guardia distraída, bastan para erigirse en víctima de cualquier conjunto de esta máxima categoría.
Sirva, pues, como aviso y como ejemplo de lo que no puede volver a ocurrir, ese fatídico inicio de segunda parte con el que se dilapidó todo el buen trabajo desplegado durante la primera y que a punto estuvo de costar una nueva derrota.
Pero, al margen de ello, la mejoría experimentada por el cuadro amarillo en estas últimas jornadas ha sido fulgurante, hasta el punto de empezar a parecerse mucho a aquél que de forma tan radical cambiara su juego y su confianza la temporada pasada y que hasta consiguiera la salvación. Y lo primero que se advierte es una recuperación general del tono físico que, lejos de ese equipo endeble que comenzara la temporada en agosto y que, literalmente, fuera arrasado en potencia y velocidad por los duros rivales a los que se enfrentó, ahora le permite mantener un ritmo constante durante los partidos y contender de tú a tú en todas las disputas. La paulatina recuperación de los múltiples lesionados y la progresiva puesta a punto de las nuevas incorporaciones han aportado una consistencia y un potencial competitivo de los que se carecían por completo durante las primeras jornadas. Lo que sumado a un mayor rigor táctico, a una mayor valentía en las acciones del juego, aquel equipo endeble y timorato de fechas atrás se ha transformado en otro radicalmente distinto. Ya desprende la sensación de que puede competir. Ganará o perderá en los difíciles duelos de la primera división, cuyos resultados muchas veces quedan al albur de incontrolables circunstancias, como un poste en el último minuto, un penalti no señalado...pero ya estamos metidos en la pelea. Y a ella hay que entregarse en Girona.