Pan y circo
Endemoniado empujón
'José Mari, Diarrá o Álex evidenciaron en Almería un estado de forma muy distante del deseado'
Como tal juego que es, el fútbol lleva intrínseco un indomable componente de fortuna, de imprevisible aleatoriedad, que en sus variantes más funestas pueden abocar a una desbocada, casi incontrolable fatalidad. Algo de ésto parece que le viene ocurriendo al Cádiz cuando arriban los últimos segundos del siempre dilatado descuento, al que parece estar condenado en caso de que vaya por delante en el marcador. Postreros y dramáticos momentos de los partidos en los que hemos agotado la gama de todas las variantes posibles de cómo cometer penaltis de manera tan innecesaria como absurda. Inopinado extremo que ha generado, por su trascendencia, inquietantes consecuencias clasificatorias.
Si sumáramos los puntos perdidos en esos instantes finales, no sólo estaríamos instalados en posiciones alejadas del descenso sino que nos hubieran catapultado en la tabla a lugares cercanos a la lucha por Europa. Sin embargo, esta sucesión de empates finales ante rivales directos nos han impedido salir de las ciénagas del peligro. Como si frente a Getafe y Almería se nos hubiera aparecido la redentora mano del ángel salvador que nos liberara por fin del purgatorio pero, llegado el último instante, un endemoniado empujón nos mandase de nuevo a las entrañas del averno . Agónica tribulación que habríamos de eludir cuanto antes, tanto por el merecido sosiego del equipo como por la delicada estabilidad de tantos corazones amarillos.
Aunque al margen de pertinaces adversidades, urgen una mayor tranquilidad y concentración en esos minutos decisivos donde se dilucidan los encuentros, porque no pueden volar tantos puntos decisivos cuando tan amarrados parecían. Circunstancia a la que pudo contribuir la escasa aportación de los recambios utilizados en la segunda parte para dar frescura al conjunto o para suplir jugadores lesionados.
Situación que adquiere rango de preocupación en la zona medular, donde José Mari, Diarrá o Álex evidenciaron un estado de forma muy distante del deseado. Máxime ahora que se ha confirmado la prolongada lesión de Escalante y tanto San Emeterio como Alcaraz continúan renqueantes. Pero la fortuna no siempre será esquiva y el fútbol nos ha de devolver lo robado.
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