Cádiz CF
Cádiz CF: Al vaivén del rival
¡Cuánto añoramos un Cádiz CF que asuma el mando en la creación, que aguante y mueva el balón en ataque, que genere algún chispazo de clase, de duende, de inspiración!
Recorrido la mitad del camino en esta difícil singladura por la Primera División, el balance alcanzado es francamente positivo. 24 puntos sumados a los que bien se podrían añadir algunos más de no mediar ominosas decisiones arbitrales, constituyen todo un bálsamo tranquilizador con el que asumir, con mínima holgura, el arduo sendero que aún resta por transitar.
Instalados en una engañosa e inestable mitad de la tabla, bien haríamos en no dormirnos en el laurel de lo conseguido ni en el relajo generado por una excesiva autoconfianza. El éxito hasta ahora obtenido, felizmente jalonado con gestas maravillosas, no puede ocultar la prosaica realidad de una plantilla muy limitada y la segunda vuelta puede resultar muy larga si no se logra subsanar esta palpable carencia.
Cuestión reconocida por el propio Cervera, quien proclama con asiduidad lo perentorio de la llegada de unos refuerzos que aporten experiencia competitiva en la categoría y eleven el nivel técnico de un colecivo que necesita mayor versatilidad en las opciones ofensivas.
Un entrenador que siempre dice las cosas claras y que ha escrito ya páginas de oro en la historia del cadismo, al saber extraer el máximo partido de los fubolistas que ha tenido a su disposición y lograr la superlativa gloria de dos ascensos. Pero, aunque la única máxima en el fútbol sea el resultado, definitivo corolario que, tarde o temprano, condena al olvido todo lo demás, la afición también se hastía del desasosiego que provoca el no poder disfrutar casi nunca del protagonismo futbolístico de su equipo.
Condenada a contemplarlo durante tanto tiempo sometido al vaivén que marcan los rivales, su permanente desazón sólo puede paliarse con la salvífica pócima de un marcador positivo. El orden, la disciplina defensiva, impedir que el contrario desarrolle su juego, taponarle sus vías de penetración... todo esto impera en el fútbol actual y hasta resulta un orgullo que nos cataloguen como paradigma de su logro.
Pero cuánto añoramos un Cádiz CF que asuma el mando en la creación, que aguante y mueva el balón en ataque, que genere algún chispazo de clase, de duende, de inspiración.
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