Cádiz CF
Momento para el profesional
Más allá de que Cervera acierte o no con el planteamiento, el equipo debe dar ante el Sporting un paso adelante
Son los más privilegiados de este negocio. Cuando las cosas van chungas, se cargan al entrenador y ellos siguen a lo suyo y si te he visto no me acuerdo. Cuando se fracasa una temporada y el equipo da con sus huesos en una categoría inferior tras descender, si te he visto no me acuerdo. Cuando tienen contrato en vigor pero le llega una oferta mejor, se manifiestan en rebeldía y si te he visto no me acuerdo. Cuando los pitos van hacia el banquillo, si te he visto no me acuerdo. Y cuando van hacia al palco habrá incluso alguno que también silbe de soslayo junto a la afición. Y ahí, no es para menos porque desde que Vizcaíno está al frente las cosas no terminan de funcionar en Liga.
El caso es que son unos benditos privilegiados dentro de este circo del balón. Cuando juegan bien creen que las críticas positivas se deben hacer casi por decreto, porque se lo merecen, porque sí. Pocos agradecimientos hay a los profesionales de la información cuando toca alabar, que es lo más gusta y lo que más se hace, que nadie se equivoque. Pero, en cambio, cuando vienen mal dadas y aparece algún palito entre los cientos de elogios que se les suele brindar, entonces ya no les gusta y se enfadan. Ahora, le toca a Cervera estar en la picota. Su responsabilidad es y su parte de culpa, y gorda, tiene. Hasta ahí bien, pero los que juegan deben dar el do de pecho y darlo ya, cuanto antes, mañana.
Por todo ello, más allá del método que saque ante el Sporting un entrenador que no es el mismo gurú para sus chicos que en temporadas anteriores, el equipo debe hacerse fuerte y no dar la imagen que dio, por ejemplo, ante Alcorcón y Nàstic, por recordar los dos últimos encuentros en Carranza en los que a los amarillos se les vio carente de ideas y casi que sin ganas. No sé si para sacar el partido adelante deberán, si no salen las cosas del que manda, acudir a la autogestión, pero el caso es que en partidos como los de mañana se ve a un vestuario profesional.
