Mauricio García - Opinión
PC Fútbol
El Cádiz es lo que ahora llaman los modernos un equipo de autor, un compendio de jugadores que juegan a lo que cree su entrenador porque es lo que ve más válido con los mimbres que tiene
Sí, voy cumpliendo años y soy un antiguo, pero me acuerdo de aquel juego llamado PC Fútbol cada vez que se abre el mercado futbolístico, llamado ahora ventanas, quizás porque el mundo del fútbol también, como en la política, sabe que hay más tontos que ventanas . El caso es que todos llevamos dentro un director deportivo, sin conocer los resortes de ese oscuro mercado de los representantes futbolísticos.
Está muy bien pedir la dimisión de Arias porque no ha fichado nombres de relumbrón . Porque hasta ayer mismo supuestamente había una plantilla con demasiadas fichas atascadas. Pero no deja de ser un debate de barra de bar, porque al final será el fútbol el que dicte. Pero seguro que alguno, aunque no se baje (que es una empresa muy muy difícil), dirá que si se hubieran traído otros jugadores igual peleábamos por entrar en la Europa League. Más que ventanas, como ya he dicho.
Allá por el principio de los años 90, cuando recaló aquí Dertycia nadie bramaba por traer un jugador que llevaba tiempo sin jugar por una lesión y que era desconocido. Tampoco pasó cuando se trajo a Tilico . Hablo de primera. Porque quizás en aquellos tiempos no había grandes pensadores que miraban los kilómetros que había corrido un jugador en cada partido, la posesión que tenía, el porcentaje de goles por minutos jugados y muchas de esas milongas que el fútbol destroza cada jornada, porque lo de la pelotita no es una ciencia exacta y de matemática solo tiene los puntos que te dan por ganar.
El fútbol tiene muchos matices a su alrededor . Si fuera una ciencia exacta llena de coordenadas, el Cádiz no hubiera empatado con el Granada o hubiera ganado en San Mamés, por el simple hecho de que es peor equipo si se mira la plantilla en números. El fútbol es mucho más y Cervera, que ha jugado, y bien, a esto de la pelotita, lo sabe . Lo sabe hasta el punto de que la plantilla del año pasado no era la mejor de segunda y estaba hecha para pelear por estar en los puestos de play off. Pero supo usar sus armas, dotar al equipo de algo más. Porque el fútbol es así. Que le pregunten a Klopp qué pasó el domingo.
Podemos pedir la dimisión de Arias y llamar a Vizcaíno como queramos, incluso hacerle caso al tal Pina que siempre anda enredando, pero la realidad es la que es. El Cádiz es un recién ascendido, un club modesto, con mucha simpatía en muchos rincones de España, pero un club que viene hace dos días de Segunda B y que su sitio natural, quizás, es la Segunda con algunas incursiones en Primera. No hay más. Todo lo demás es hooliganismo. A partir de ahí, el mercado es el que es, porque los representantes y los jugadores no aman al club como lo ama el que no ve más allá de la realidad.
A partir de ahí. Ha venido lo que ha venido o, quizás, lo que se ha podido traer. Ahora lo que toca es que los que han venido sepan a lo que vienen. A un equipo con una filosofía de juego muy concreta, de mucho sacrificio y que cree hasta la muerte en lo que dice su entrenador. Porque la piedra angular del equipo, por más que le pese a algunos, es Cervera y su filosofía. El Cádiz es lo que ahora llaman los modernos un equipo de autor, un compendio de jugadores que juegan a lo que cree su entrenador porque es lo que ve más válido con los mimbres que tiene . Una plantilla que tiene fe ciega en su líder. Lo que hay que procurar es que los nuevos se conviertan pronto a la creencia de esa fe. Luego, la pelota dictará.
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