Elche - Cádiz
La hora y la historia
No debemos salvarnos perdiendo. Por orgullo, porque el vestuario no se lo merece, la afición tampoco y mucho menos la historia de este club.
Es la hora, es la hora, es la hora de jugar.... cantaba Xuxa con su Ilarie y todo el mundo se disparataba y se ponía a saltar como si no hubiera un mañana. Por otra parte, fue García Barbeito el que en un pregón de ... Semana Santa dijo aquello de “parece que es la hora, y no es la hora”. Y así andamos.... entre el deseo de que lleguen las nueve de la noche del domingo, que parece que no llega, y que a la vez sean las 11 y podamos saltar bufanda en manos en las Puertas de Tierra, quien quiera ir a celebrar una permanencia ganada a pulso.... y si se me permite, con muchos cojones en el último tramo.
Pero para eso no podemos hacer el caricato por mucho que sea una carambola muy caramboleada la que se tenga que dar para consumar un descenso indeseado. No debemos salvarnos perdiendo. Por orgullo, porque el vestuario no se lo merece, la afición tampoco y mucho menos la historia de este club.
Hablar de Elche es hablar de una historia bonita para los amarillos. Se han cumplido recientemente 42 años de aquel ascenso, que recuerdo escucharlo por la radio en el salón de mi casa junto a mi padre. Un equipo de gente tan de Cádiz y tan del Cádiz que ahí sigue no solo en el recuerdo, sino entre nosotros. Y es que, por ejemplo, ver a Pepe Mejías en los aledaños del Bar Gol cada previa de partido es ver la hisotria del club, y en ella aquella tarde de Elche.
Tengo la fea costumbre de que cada vez que lo veo le digo a mi hijo: “Mira, ese es el mejor centrocampista que ha dado Cádiz”. O cuando vemos a Juan José decile: “Él jugó en la selección española. Una máquina”. Yo tuve la suerte de verlos jugar, de admirarlos por la calle cuando los veía, cosa que mi hijo solo puede hacer con ellos por lo que le cuento y no hacerlo con los de ahora, que casi no se les ve. Aunque esto es otra historia.
La importante es que ahí siguen como parte de la historia de este club que escribió una página maravillosa en el campo de Elche y que no debe ser ni olvidada ni, en cierta manera, vilipendiada con una permanencia conseguida tras una derrota. Tiene que ser Sergio y su equipo el que inculque al vestuario que lo del domingo, como diría Antonio Banderas, no es una pequeña alegría, es la alegría.