Creer en el proyecto

Parto de la base de que Vizcaíno es dueño de una empresa de la cual yo soy un simple abonado que paga una cantidad por ver el espectáculo que se ofrece a lo largo de una temporada. A partir de ahí, quizás yo no deba exigir algo que no podría dar, como dinero y gestión, ni él apelar al sentimiento futbolero por unos colores, que es algo tremendamente personal.

Por tanto, no seré yo el que pida la dimisión de Vizcaíno , porque no tengo mimbres para sustituirlo, ni económicamente ni con otro nombre que gestione la empresa. Tampoco quita eso que como poseedor de un abono o entrada pueda criticar el espectáculo que se me ofrece por el cual he pagado.

Hasta aquí el pacto tácito que debe haber entre dueño del club y abonado o comprador de las entradas. Pero ese pacto se rompe siempre en la palabrería. Jamás pito a mis jugadores ni he gritado 'Vizcaíno dimisión', por tanto usted, dueño del club que me ofrece un espectáculo que yo acepto o no comprando la entrada o el abono, no me apele al sentimiento ni a la creencia de un proyecto.

¿Cuál es el proyecto? ¿En qué consiste? Es más, aunque lo explique negro sobre blanco, no me pida creer, solo actúe, que ya yo aplaudiré o callaré ante los míos, que son los suyos y que eres tú también como dueño de la empresa .

No creer no es ninguna falta de respeto a la plantilla, como tal vez haya podido deslizar en otras comparecencias. Pensar que falta algo más para conseguir el objetivo de permanecer en Primera no es malo. Veo peor tener una plantilla similar a la que se salvó porque un tipo falló un penalti en otro campo y seguir apelando a la creencia... supongo que divina y milagrera. Pero ya digo, el pacto tácito es aceptar e ir o no al espectáculo por el que he pagado, pero también que no apele a mi sentimiento y mi creencia. Hasta ahí, todo OK, que dijo aquel en el VAR.