Carta a los jugadores

Como sabéis, o deberíais saber, el club nos escribió una carta a la afición en el anterior partido pidiéndonos unión y que os apoyáramos. Esto último es algo que habéis sentido que siempre se hace, pero bueno, ahí lo dejó. Creo que es justo que también vosotros recibáis entonces una carta de la afición, al menos del que así lo piense.

Como sabéis, o deberíais saber, el verano no ha sido lo deseablemente tranquilo que a muchos les hubiera gustado. La campaña de socios ha sido algo convulsa, con precios que han creado discrepancias y con medidas que parecían que se iban anunciando a golpe de protesta. Aún así, ahí tenéis a más de 17.000 tíos locos por veros jugar a la pelotita y que vosotros les correspondáis.

Como sabéis, o deberías saber, tampoco el mercado de fichajes ha sido tranquilo. Es verdad que cada aficionado llevamos un entrenador dentro para hacer un once y que ahora, con esto de la modernidad y las redes, parece que hay más scouting que ventanas, pero no es menos cierto que la política seguida ha vuelto a crear discrepancias. Entre otras cosas porque han sonado muchos nombres, no sé si filtrados o inventados, y al final hemos vuelto a dar una sensación de ser un poco tiesos.

Pero como sabéis, o deberíais saber, como os he dicho antes, ahí tenéis a más de 17.000 tíos que están con vosotros. A los que por cierto no hay que pedirles que animen, porque eso depende única y exclusivamente de vosotros. Sabéis que a poco que vayáis 'palante' a buscar al rival la platea se viene arriba.

Por todo ello, no voy a decir que la afición ya ha hecho su trabajo, porque todavía queda por remar, pero sí os digo que esa unión y animación que nos piden desde la planta noble depende de vosotros. Tenéis la suerte de estar en un club donde esto del amarillo en el fútbol es casi una religión, sabéis que cuando ganáis en casa el Estadio es una locura y que cuando perdéis, si lo habéis hecho peleando y sin desidia, también os aplauden.

No os voy a pedir que lo hagáis por la afición, al fin y al cabo cada uno es libre de aficionarse, sufrir o disfrutar como le parece, pero si lo pensáis bien, creo que al menos se merecen una tarde feliz y ver a los suyos ganando en casa