Cádiz CF

Periodistas 'abertzales'

Por más trabas que traten de ponernos, por más que quieran colocarnos a los pies de los caballos en las redes sociales, seguiremos informando con rigor y profesionalidad

Aficionados cadistas realizan un mosaico en un partido en el antiguo Carranza. L. V.
Ignacio Moreno Bustamante

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuando era pequeño, jugábamos las ‘elimis’ en el patio de debajo de mi casa. Eso cuando éramos muchos. Si sólo estábamos tres o cuatro optábamos por ‘el que marca se pone’, porque normalmente nadie quería ser portero. Disfrutábamos de lo lindo, como niños que éramos, pero siempre había discusiones gordas. Usábamos como portería un soportal del bloque, con un techo a más de tres metros, y había continuas polémicas sobre si el tiro se había ido alto o llegaba el portero. También nos mosqueábamos si el gol era de ‘punterazo’, que estaban absolutamente prohibidos. Pero sin duda, las mayores broncas eran a la hora de elegir nombre. Casi todos los del Madrid querían ser Santillana y los del Barça Schuster. Pero ahí, fíjese usted, yo jamás tuve problemas. Siempre, absolutamente siempre, elegía ser Ricardo Escobar. Era mi jugador favorito. De toda la vida, a la consabida pregunta de: «¿Tú de qué equipo eres, del Madrid o del Barça?», mi respuesta siempre ha sido: «Del Cádiz». Y siempre he recibido caras de extrañeza. «Sí, sí, del Cádiz», me dicen, «pero aparte, ¿del Madrid o del Barça?». E, indefectiblemente, contesto: «Del Cádiz, sólo del Cádiz». Durante años y años fui socio de Fondo Norte, yendo a Cánovas del Castillo a renovar mi abono cada verano. Ahora lo soy de Tribuna Alta, cosas de la edad. Además tengo una importante colección de camisetas, entradas sueltas, bufandas, un banderón –firmado por Michael Robinson un día que Canal Plus retransmitió un Cádiz-Albacete con Zalazar vestido de blanco–… en fin, toda la parafernalia de cualquier aficionado al fútbol en general y a un club en particular. No es cuestión de ADN, ni de ver quién tiene la sangre más amarilla. Simplemente es así. Un proceso natural de alguien que ama este deporte y que ha nacido en Cádiz. Como comprenderá, me he llevado bastantes más sofocos que alegrías. Pero las alegrías, cuando se han dado, han sido infinitamente más disfrutadas que las de cualquiera de mis amigos del Madrid o del Barça, que cuando no celebran una Liga, es porque festejan una Champions o lamentan acabar la temporada habiendo ganado ‘sólo’ la Copa del Rey.

Ocurre que un día decidí dedicarme al periodismo. Y empecé en el periodismo deportivo. Durante años escribí noticias, crónicas y reportajes en este y en otros medios de la provincia. Y ahí, en el momento de tratar de llevar a los lectores las informaciones, he tratado siempre de hacerlo con rigurosidad y profesionalidad. Sabiendo, obviamente, que esos lectores son cadistas. Bajo la premisa del rigor y la honestidad he escrito crónicas desde grandes estadios, pero también desde Torredonjimeno, Zafra, Don Benito, Motril y decenas de campos más. Aunque no le gustaran a los protagonistas. Una vez hasta me llevé un sopapo del padre de un jugador. Estuve en el partido del ascenso ante el Universidad de Las Palmas junto a nuestro añorado Theo Vargas en un campo que era una caja de cerillas. Cientos de anécdotas de abuelo cebolleta podría contarles desde mis inicios en el periodismo deportivo allá por el año 1997. Exactamente igual que como aficionado, cuyo inicio exacto no sabría decirle porque va más allá de lo que alcanzan mis recuerdos.

Ninguno de los actuales integrantes del Cádiz CF, ni uno sólo, nos gana a ‘cadistas’. Empezando por la directiva y todos y cada uno de sus empleados. Quizá alguno nos empate, pero ganarnos seguro que no. Ni a mí ni a ningún miembro de la redacción de Deportes de esta casa. Pero muy por encima de ser cadistas, somos periodistas. Profesionales que nos ganamos la vida con esto, que nos debemos única y exclusivamente a nuestros lectores. No hay más filtros ni más historias. Y que bajo ningún concepto nos vamos a convertir en «periodistas abertzales del Cádiz» como pidió en su momento su presidente. Si hay una propuesta de sanción emitida por la Policía por una falta de respeto a un agente que también está haciendo su trabajo, se lo contaremos. No importa que a nosotros nos guste más el tema o menos. Da igual que a nosotros nos hubiese gustado que no ocurriera. Ha ocurrido. Son hechos contrastados y atados con fuentes del todo fiables. Por mucho que desde el departamento de prensa del club y sus redes sociales traten de matar al mensajero e incluso ponernos a los pies de los caballos con la afición en sus redes sociales. Por más acreditaciones que nos retiren. No es la primera vez que somos vetados por la directiva de turno. Ellos también se irán. Nosotros seguiremos. Y continuaremos contándoles todo cuanto acontece en torno a una entidad tan grande como el Cádiz Club de Fútbol. Ojalá este domingo podamos contar que el equipo de Sergio González ha logrado la permanencia. Nuestro corazón cadista se alegrará tanto o más como el bolsillo de sus dirigentes. Pero hasta que no hayamos escrito la última línea, hasta que no pongamos el punto final a la última entrevista o análisis del partido, no saldremos a celebrarlo como unos aficionados más. Porque la obligación, nuestra obligación de informar con veracidad, es lo primero. Así que sólo podemos prometer una cosa... seguiremos informando.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación