CÁDIZ CF
El ángel negro
El Cádiz CF ha encontrado el desborde, la amenaza y el gol en el venezolano Darwin Machís
![El ángel negro](https://s3.abcstatics.com/media/deportes/canal-amarillo/2019/04/darwin-machis-cadizcf.jpg)
![Darwin Machís es el referente de este Cádiz CF.](https://s3.abcstatics.com/media/deportes/canal-amarillo/2019/04/darwin-machis-cadizcf.jpg)
Un retorno al júbilo y la esperanza ha experimentado, por fin, la afición cadista, tras la apabullante, deslumbrante, casi desconcertante solvencia goleadora con la que su equipo finiquitaba el partido frente a Las Palmas durante los postreros minutos de juego. Victoria que ha desatado las ilusión y ha dado rienda suelta a un renovado capítulo de aspiraciones.
Porque a ocho jornadas para la conclusión del campeonato, el Cádiz CF ocupa la cuarta plaza de la tabla clasificatoria, una zona de privilegio que marca la equidistancia entre los puestos que darían acceso al ascenso directo y los que lo excluirían de las eliminatorias finales. Por tanto, todo está por decidir, el éxito o el fracaso de la campaña , la consecución o no del superlativo objetivo marcado, dependerá del rendimiento que la plantilla sea capaz de ofrecer en esta recta definitiva de la temporada.
Futuro inmediato que se atisba con el moderado optimismo que la experiencia dicta, pues ya sea por la autoconfianza que, de súbito, invade a los jugadores, ya sea por un mejorado estado de forma que éstos adquieren, ya sea por pura inercia competitiva, el caso es que el cuadro amarillo acostumbra a completar ciclos de triunfos consecutivos, a encadenar varias victorias sucesivas que lo catapultan, de vez en cuando, en la clasificación. Si todo ello volviera a ocurrir en las jornadas que restan, la guinda del alirón podría hallarse al alcance de la mano. Para cuyo logro, las cartas con que se cuenta ya se expusieron hace tiempo sobre el tapete, la idea y el estilo de juego, invariables desde hace casi tres años, son de sobra conocidos.
Armas que nos han llevado hasta aquí y en las que habrá que seguir confiando. Ya tenemos asumido que aceptamos padecer ochenta minutos soporíferos, inaguantables para cualquier espectador neutral, si finalmente sumamos los tres puntos. Una manera de entender el fútbol que necesita la puesta a punto de determinadas piezas claves como Sergio Sánchez, Garrido o José Mari y que ha encontrado el desborde, la amenaza y el gol en el ángel negro de Machís.