Cádiz CF
En la diana
La forma de ser de Iván Alejo vuelve a colocar al jugador del Cádiz CF en el disparadero de las redes sociales, donde ahora es lapidado públicamente
Iván Alejo es impulsivo, picantón, a veces bocazas y 'tocapelotas'. Es de esos jugadores que sobre un rectángulo de juego sacan de quicio al rival e incluso a su propio entrenador. De los que generan animadversión cuando eres el adversario, pero al que valoras su esfuerzo porque siempre lo da todo cuando defiende tu escudo. A veces, eso sí, también se merece una reprimenda porque su carácter de niño puede jugar una mala pasada en tus propios intereses. Salvando las distancias, un Stoichkov o Hugo Sánchez al uso, dependiendo de las filias y fobias.
Iván Alejo es ese 'niño' al que se trata de educar a cada instante porque le va el 'jaleo'. El que cae una y otra vez en el mismo error porque no tiene filtros y no es políticamente correcto. Que le pregunten a Mendilibar, por ejemplo.
Iván Alejo tiene muchas cosas que mejorar. Tantas como el resto de los mortales, incluidos aquellos que se dan golpes de pecho y señalan con el dedo sin compasión. Los mismos que disparan a diestro y siniestro por el altavoz de las redes sociales y luego habría que verlos en su día a día. Tan perfectos de cara a la galería, tan 'diferentes' y ruines en su vida cotidiana. Que tire la primera piedra el que jamás se equivocó.
Ya sucedió con Juan Cala, al que se le acusó a las primeras de cambio de racista sin ofrecerle la oportunidad de expresar su postura. Muchos después dieron un paso atrás porque se habían pasado de frenada al apuntar sin pruebas. Incluidos esos representantes del pueblo al que dicen defender. Palabrería barata.
Probablemente Iván Alejo continuará igual, con sus piques y sus roces. Es su forma de ser. Es su estilo a través de las cámaras. ¿Mejorable? Sin lugar a dudas. Yo no actuaría así.
No seré yo el que defienda a Iván Alejo si se equivoca en una actuación o en algún comentario subido de tono. Dicen que cada uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras. Y las palabras muchas veces hacen que Iván Alejo sea un esclavo. Eso sí, poco o nada se conoce de los silencios del jugador del Cádiz CF. Si se conocieran, muchos se pondrían en fila y de rodillas para pedirle perdón porque SU CORAZÓN ES INMENSO.
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