Granada - Cádiz

La pizarra del Granada - Cádiz

Sergio se vio esclavizado por un sistema ofensivo que se volvió tosco para buscar el gol con un jugador más

El Cádiz mostró su rechazo a la guerra en Ucrania.

Alfonso Carbonell

Antes que nada, decir que sobre el terreno de juego había dos planteamientos medianamente ofensivos pero había muchísimos más nervios. Solo así se entienden la capacidad de resbalones, imprecisiones o fallos en las entregas que se dieron en un partido embarrado y nada limpio. Muchas faltas, casi todas tácticas, y poca fluidez durante los 90 minutos que se jugó un encuentro al que al Cádiz le sobraron efectivos atrás durante más de veinte minutos y delante durante otros tantos.

1.Vuelta a lo mismo más el lastre de Arzamendia

El Cádiz de Sergio volvía a apostar por un sistema con tres centrales, dos carrileros, dos mediocentros y tres delanteros. Un 3-4-3 con Negredo y Lozano como referencia y un Lucas Pérez algo más descolgado. La única novedad fue la de Arzamendia, que suplía al sancionado Espino, que tras el encuentro del paraguayo en Granada ya sabe que jugará de inicio otra vez ante el Rayo.

Sería la falta de actividad o lo que fuera, pero hay que analizar el fichaje de este jugador paraguayo que en ningún momento -más allá del gol de rebote en la ida ante el Granada- ha dado motivos de peso para estar jugando en Primera y con el Cádiz.

2. Expulsión de un contrario

Pasada la media hora en la que ni unos ni otros fueron capaces de mostrarse dominador del derbi, llegó la expulsión de Domingos Duarte tras derribar intencionadamente a Negredo, que poco antes había perdonado un mano a mano con Maximiano.

La expulsión le sentó mejor, en ese cuarto de hora que quedaba para el descanso al Granada , que se posicionó con un 4-4-1 de manual tapando todos los frentes a un Cádiz que esperó a los vestuarios para cambiar de planes. Ya iba tarde Sergio.

3. Cambio de sistema y mismo resultado

Toda la valentía que le sobró en partidos anteriores, le faltó a Sergio estando en superioridad y ante un rival directo herido. Tardó mucho en desprenderse de los tres centrales, pero en el 58' de partido activaba las bandas con Iza y Alejo y retiraba a Akapo y a Fali recomponiendo el dibujo en un 4-4-2 con Lozano escorado a la izquierda. Pero poco o nada. Más tarde, en el 73' retiraba al Choco por Perea. Tampoco.

Suele guardarse Sergio un doble cambio, que rara vez le sala bien, para los últimos diez minutos pero como le suele pasar apenas deja tiempo para que estas modificaciones influyan en el desarrollo del juego. Así, Álex y Sobrino entraban por Fede San Emeterio y Lucas Pérez pero solo un cabezazo de Sobrino a centro de Alejo metió en apuros a un Granada que se benefició del ataque estático de dos hombres de referencia como acabaron siendo Negredo y Lucas Pérez.

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