Pan y circo
El momento es siempre
Las declaraciones de Alejo vuelven a remover las equivocadas afirmaciones del exentrenador cadista
No suelen caer bien las opiniones de los futbolistas cuando éstas se salen del aburrido tiesto de lo políticamente correcto. Sobra decir que me encanta escuchar o leer declaraciones que se salen de lo falso, lo hipócrita y lo ‘bienqueda’. Huyo de esas entrevistas anodinas, aburridas y siempre al gusto del aficionado más fiel que se espanta con cualquier afirmación que pueda salirse de lo normal. Absoluta pereza.
Todo esto viene a cuento de unas declaraciones de Iván Alejo que han vuelto a sorprender a todos aquellos que no siguen puntualmente la información cadista. Porque a estas alturas de la película ¿quién no sabe que lo que hizo el bueno de Alejo no era más que poner voz y forma a todo lo que llevan diciendo sus compañeros desde la llegada de Sergio y la marcha de Cervera? Pero, seamos serios. ¿A quién puede sorprender que un profesional se revuelva contra las afirmaciones de un entrenador que no hacía más que repetir que sus jugadores no daban para más? ¿De veras que puede haber alguien que se enoje porque se haya defendido un chaval de unas palabras que lo pintaban como malo? ¿Cómo actuaría el personal si le recordasen diariamente en su trabajo y de puertas para fuera que no vale?
Pues es eso lo que llevan haciendo los jugadores del Cádiz cada vez que le han preguntado por los pros del cambio de entrenador. Las palabras de Cervera, un magnífico entrenador al que se lo comió el personaje, dolieron mucho en un vestuario que terminó de dividirse con el castigo a los fiesteros de Vallecas. Todo estaba muerto y Sergio lo único que ha hecho es mentalizar a unos jugadores que están demostrando que no eran tan malos como se les hacía ver. Dicen que no es el momento para hablar ahora porque está la permanencia en juego pero me van a perdonar, el momento para opinar libremente y con sinceridad es siempre porque después nunca es el momento. Que si se desciende y hay que mirar al futuro, que para qué remover ahora los trapos sucios, que si esto, que si lo otro. El momento para hablar es siempre. Incluso antes pudo haber estado mejor.