Pan y circo

La historia y sus lecciones

'Bueno sería recordar los capítulos ya vividos por el Cádiz en situaciones parecidas'

El Cádiz bajó a Segunda B tras no ganar ninguno de sus últimos ocho partidos.

La sombra repentina de un lúgubre escalofrío ha cubierto de congoja el alma del cadismo. El dramático parangón de la situación actual con aquella que se viviera hace justo diecisiete años, con su trágico, inesperado y conocido final, ha hecho temblar el ánimo del aficionado. Y ha venido a recordarle que en esto del fútbol nada se puede prever y que cualquier cosa es posible.

Aquel equipo configurado para a ascender, que a falta de ocho jornadas aún miraba desde escasa distancia los puestos de ascenso, terminó sin ganar un partido más y descendiendo terrible, inopinadamente de categoría. Fue tanto el desasosiego, tan grande la frustración, que sólo recordar el maldito episodio supone como una gélida ráfaga de lóbregas sensaciones que hicieran temblar a la hinchada amarilla.

La historia nos enseña lecciones que no podemos olvidar, nos muestra los peligros que determinados caminos conllevan. Y llegados a este punto de la temporada, donde la distancia con los de arriba se ensancha irreparablemente y los puntos con los de abajo se angostan de forma peligrosa, bueno sería recordar los capítulos ya vividos en situaciones parecidas para que el desastre que padecimos no vuelva a repetirse.

Ya se sabe que muchos son los equipos que aún nos separan con los puestos de descenso, que muy mal tendríamos que hacer las cosas y que, aún así, tendría que producirse un alto cúmulo de carambolas para abocarnos al descenso. Pero hay que ganar dos partidos, y habrá que hacerlo cuanto antes. El equipo ha alcanzado un estado competitivo como de equilibrio sin relieves, de pelea permanente pero sin brillos, de plantear encuentros igualados a los rivales en los que lo mismo se puede ganar, que empatar, que perder. Sólo depende de que el imprevisible detalle decisivo se produzca a favor o en contra.

Frente al Granada se equivocó su zaga y ganamos, frente al Deportivo nos equivocamos nosotros y perdimos. Por lo demás, todo es muy previsible, muy correcto y muy plano. Pero nos tiene que dar para que la victoria nos sonría, al menos, en dos ocasiones más.

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