Pan y Circo
Y por fin se ganó
'No debemos engañarnos, la situación del equipo sigue pendiendo de un hilo'
Las agitadas aguas, parece que de momento, vuelven a su cauce. Con la victoria en casa frente al Oviedo y el solvente paso de eliminatoria copera ante el Jaén, el Cádiz ha conseguido lo que tantísimo tiempo hacía que no lograba, dos triunfos consecutivos. Esperemos que con ello se restablezca cierto aire de tranquilidad, de paz y de sosiego para reconocer dónde nos encontramos, cuáles son ahora nuestras verdaderas aspiraciones y, sobre todo, para afrontar con el ánimo presto y la mente despejada estos inminentes y exigentes duelos a domicilio que el calendario nos depara.
Aunque no deba constituir logro de desmesurado elogio, el mero hecho de ver ganar a su equipo en el viejo Carranza, después de un largo calvario de derrotas y decepciones, supone para el aficionado cadista un motivo de indisimulada alegría y, en cierto modo, de renovada esperanza.
Pero no debemos engañarnos, la situación del equipo sigue pendiendo de un hilo, el límite con el abismo clasificatorio se mantiene muy cercano y en esta cambiante e igualada categoría cualquier vuelco, para bien o para mal, siempre resulta posible.
Las próximas salidas a campos tan exigentes como Molinón y Anduva pueden marcar nuestro futuro en esta liga de sorpresas y sobresaltos. De casi nada valdría la contenida alegría del reciente triunfo si de nuevo en Gijón nuestro equipo vuelve a mostrarse vulnerable, prolijo en errores defensivos y atascado y plano en su juego.
Lo sucedido el pasado sábado debe ser el punto de partida de una reacción que tanto anhelan jugadores y afición. Ese día no se cometieron errores de bulto en defensa, lo que nos permitió mantener la portería a cero, y se supo aprovechar los fallos del rival para que, en un duelo más o menos igualado, la balanza se decantara a nuestro favor. En este tenso equilibrio de fuerzas, sólo roto por desconexiones puntuales o, en menor medida, por arrebatos de genialidad individual, se mueve esta segunda división. Con la inspiración individual podemos contar en ocasiones, pues futbolistas de calidad tenemos para ello. Sólo falta no equivocarnos.