el alfiler
Esto es lo que hay porque ya lo había
'Sorprende la falta de un mensaje tranquilizador en boca de un presidente que no ha valorado un mercado de fichajes decepcionante'
Sorprende, y mucho, el mutismo en el que se ha encerrado Manuel Vizcaíno, un presidente al que hasta hace no mucho era uno de esos dirigentes 'echaos palante' y que se abrían paso entre la masa para coger el toro por los cuernos, poner su mejilla y que se la rompiesen a él primero puesto que para eso es el gobernante de una nave que sigue yendo a la deriva a pesar del cambio de entrenador y el paso de un mercado de invierno tan decepcionante como enigmático.
Sorprende, y mucho, que el máximo dirigente cadista no haya salido al estrado para analizar el mercado de fichajes, valorarlo y defenderlo tal y como han intentado hacer sus responsables deportivos Borja Lasso y Juanjo Lorenzo. Pero más que para que explique lo inexplicable lo que más sorprende es que el empresario sevillano no haya dado todavía ese paso al frente para mandar un mensaje tranquilizador a una afición en la que comienza a haber, y con razón, más pesimistas que optimistas.
Porque si algo tenía Manuel Vizcaíno era ese don para, con acierto o no, asumir en primera persona la responsabilidad máxima y, de paso, quitar de esa forma la presión a la plantilla y al cuerpo técnico para así exonerarlos de un fracaso que podría vislumbrarse y al que se exponía él en el mascarón de proa como líder y principal autoridad al mando. Nada de eso se ha visto hasta el momento.
Como al equipo, al presidente se le nota perdido, bajo de moral, callado, ausente. Como es obvio, no debe estar pasando un buen momento un hombre de fútbol al que se le recuerda con frases grandilocuentes y hasta cierto punto ufanas, presuntuosas. Equivocado o no en esa política de declaraciones más o menos criticadas, el jefe de la nave daba la sensación de manejarse entre la seguridad y la confianza, algo que siempre fortalece a una tripulación que parece ir sin guía.
Por todo ello, este Cádiz CF irradia abatimiento, desamparo, tristeza. Y todo ello a las puertas de un derbi que marcará el futuro de un equipo al que Pellegrino debe resucitar con lo que ya tenía y poco más. Porque si algo ha dejado claro este mercado de fichajes es que el Cádiz CF de Vizcaíno sigue apostado fuertemente por lo que se apostó el pasado verano.
Dicen que cuando un presidente baja a un vestuario no es un buen síntoma. Se desconoce con qué periodicidad lo hace Vizcaíno, pero desde luego, ya que no se está dirigiendo a la afición, qué menos que lo esté haciendo a un grupo de futbolistas en los que el club confió tanto como para no ir al mercado de fichajes como Dios manda incluso mientras se le ven las orejas al lobo. Este es el equipo que debe salvar Pellegrino. Este es el que hay y si es así es porque a juicio de Vizcaíno es el que ha tenido que seguir siendo.
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