Pan y Circo
Dorada medianía
'El Cádiz parece instalado en la resignada placidez'
La victoria en Málaga ha supuesto un bálsamo.
Arribados estos idus de marzo, el Cádiz parece instalado en la resignada placidez de una feliz medianía, desde la que observa demasiado lejanos los puestos de ascenso, al tiempo que disfruta de una importante distancia respecto a la zona peligrosa.
La victoria del pasado domingo en La Rosaleda ha supuesto todo un bálsamo clasificatorio, pues en caso de derrota nos hubiéramos ubicado a sólo cuatro puntos del descenso, del que pretende salir a toda costa el Eldense y atrapar al equipo que ande más despistado de los que tiene por encima. Por lo que esta dorada medianía en la que nos encontramos puede resultar engañosa, pues un par de traspiés sucesivos en esta imprevisible categoría, nos devolverían a las zozobras y a las angustias. Pero este equipo ofrece garantías y otorga confianza.
Desde la llegada de Garitano el cambio experimentado ha sido radical, no sólo en la consecución de resultados sino también en la sensación de solidez que transmite. Y unas veces se ganará y otras, como ocurriera en Albacete, se perderá, porque las cosas no salen ese día como estaban previstas. Pero siempre se compite, se pelea, y cada jugador desarrolla sobre el campo la labor encomendada para que su esfuerzo repercuta así en beneficio del conjunto.
Sobre esta base de solidaridad y trabajo colectivo, el desequilibrio queda a expensas de la inspiración de los hombres dotados con cualidades excepcionales, labor que este año ha recaído en un sorprendente Ontiveros. Aunque sí es verdad que acumula varias jornadas sin la precisión y el desborde acostumbrados, tal vez producto de la precipitación que se le advierte de querer firmar en cada jugada la opción genial y definitiva. Cierto es que antes lo intentaba y casi siempre le salía, por lo que no siempre será malo que insista. Y ahora parece que empieza a brillar Melendo, dicen que otro diamante, al que ya desea ver la afición.
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