La Platea

Otro bochorno, presidente

'Si el máximo mandatario ve que los suyos hacen cosas bochornosas, lo lógico es actuar'

Dónde y cuándo ver el Elche - Cádiz

Vizcaíno celebró con sus abonados más antiguos un homenaje en Carranza esta semana. francis j.

Cuando un partido de una competición como la Copa, que puede dar alguna alegría, es casi un suplicio, tienes un problema. O quizás dos. Uno en lo deportivo, porque es señal de que las cosas no van bien y esto es un estorbo para intentar sacar la cabeza del barro donde estás hundido, y el segundo en lo institucional, porque has montado un equipo que no funciona y tienes a la afición sumida en el hastío y la desilusión y, por tanto, encabronada.

Que encima le hagas pagar la ridícula cantidad de un euro para poder entrar a ver el espectáculo que tu empresa va a ofrecer, tampoco es lo más motivador para buscar una unión y generar algo positivo. Pero doctores tiene la planta noble, con másteres en inteligencia artificial incluido. Al final, se consumó la hecatombe copera.

Decía el presidente después del partido del Dépor que aquello había sido un bochorno. A los días en Copa hubo otro. Y lo peor es que no han sido dos episodios aislados, sino que vamos de uno en otro. Jugadores peleándose entre ellos, otros encarándose a la grada, un entrenador que «traga veneno» y casi se ve que está viviendo un suplicio, un baile de nombres para el banquillo con un inquilino todavía dentro.... es verdad presidente, es un bochorno. Pero todo, casi de principio a fin.

Y si el máximo mandatario ve que los suyos hacen cosas bochornosas, lo lógico es actuar. Para empezar porque es el primer responsable de que su empresa cometa ese tipo de esperpentos, y porque si no lo hace, es parte de dicho esperpento o bochorno, como lo definió.

El problema es que se veía venir. Aunque algunos palmeros tildaran de agoreros a los más pesimistas, en el fúbtol, ya lo he dicho alguna vez, dos más dos pueden no ser cuatro pero se le parece mucho. Vamos de mercado calimitoso en mercado calamitoso, de parche en parche, quizás por confianza, quizás por protección en jugadores que supuestamente valen caros y nos limitan esa historia 'tebasiana' de la masa salaria, pero cada confección de la plantilla termina con un «a ver qué pasa, ojalá salga bien, epseremos recuperar a....».

Sinceramente, me encantaría saber qué piensa el presidente. Desde fuera parece que vive en un fútbol ficción, agarrado a pensar que con tres victorias seguidas todo se puede enderezar. El problema es que esas tres victorias seguidas, que no discuto que puedan enderezar el rumbo, no tienen mucha pinta de llegar. Ya no por sensaciones, que no puntúan, sino por juego.

Quizás ahora mismo es más urgente que reaccione el presidente de la nave que el propio equipo, porque sin nadie al volante, sin alguien que atendiendo a lo puramente futbolístico no sea capaz de entrar en el vestuario y decir «usted, usted, usted y usted, pasen por caja que se van, que voy a traer a cinco, seis o los que sean nuevos», no parece que vayamos a ningún lado. El problema puede estar en ese «pasen por caja».....

En fin, usted sabrá, pero desde la platea le voy a contar una cosa: No vuelva a decir que los que pitan cuando se tragan esos bochornos que su gente ofrece no son cadistas, hágase el favor. Y por cierto, le cuento otra: la primera federación de ahora no es la segunda B de antes. Descender no sería caer en un pozo, sería ir a un abismo que a saber cómo regresamos de él.

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