Cádiz CF
¿Otra vez, Fede? ¡Otra vez, Fede!
El bravo jugador cántabro vuelve a ocasionarle un roto a su equipo al facilitarle la tarea al rival en los minutos finales de un partido controlado
La crónica del Cádiz - Burgos
Fede San Emeterio no jugará el último encuentro del año.
Nadie duda de su importancia en el Cádiz CF. De hecho, su presencia dentro del once amarillo es algo en lo que la mayoría de la afición coincide. Fede San Emeterio es, hoy por hoy, el jugador más fiable del once amarillo, pero debido a su manera de vivir los encuentros su principal virtud se ha convertido en su mayor defecto.
Se estaba llegando ya a la recta final del encuentro ante el Burgos cuando el equipo amarillo se adelantaba en el 74' de partido tras un golazo de Ocampo que venía a poner justicia a la buena segunda mitad que estaban haciendo los de Garitano, que habrá que ver si se da cuenta que este equipo debe estar diseñado para jugar el 4-2-3-1 con Ontiveros de mediapunta del que tanto huyó Paco López.
Ya con el 1-0, los aficionados cadistas volvían a prometérselas felices, pero no todos. Al menos, esos que vieron peligrar en el descuento la pasada victoria ante el Albacete miraban el reloj y sospechaban que con poco que el Burgos diera un paso adelante los tres puntos iban a ser muy difícil de conservar. Y así fue. Los de Ramis no tardaron mucho tiempo en encerrar a un Cádiz CF timorato y pronto el balón comenzó a rondar el área de David Gil hasta que pasado el minuto 80 un centro de Sancris era desviado 'in extremis' por David Gil. La grada suspiraba.
Sin embargo, a los minutos de dicha acción el árbitro mandó parar el encuentro porque le avisaban de la sala VOR. ¿Gol fantasma? No. Agarrón de Fede San Emeterio como una catedral de grande. Efectivamente, Fede lo había vuelto a hacer. El trencilla hacía el gesto del VAR y se dirigía hacia el punto de penalti. El Burgos empataba y a otra cosa mariposa.
No ha sido la primera vez que San Emeterio se convierte en sospechoso habitual esta temporada. El santanderino vive tanto los encuentros y juega a tal cantidad de pulsaciones que hay veces que estas le juegan una mala pasada. La primera vez en esta Liga que le ocurrió fue a mediados de septiembre y también en Carranza. El Cádiz CF se había adelantado 2-0 gracias a los goles de Ontiveros frente a un Málaga que parecía irse de vació de la Tacita. Pero no fue así. Otra vez pasado el minuto 80 hacía acto de presencia en un lance del juego San Emeterio, que en su intento por robar un balón fácil cerca de su área lo perdía de manera sorprendente dando inicio a la jugada con la que los boquerones empataron finalmente un encuentro que, como el del Burgos, estaba teóricamente más que controlado.
Cuatro puntos han volado de Carranza en los minutos finales en jugadas en las que San Emeterio ha perdido esa concentración que no sabe gestionar como debiera. Una pena, otra.
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