Cádiz CF
Y otra vez, los mismos
Iván Alejo y Chris Ramos vuelven a tirar del carro convirtiéndose en este arranque de temporada en los más influyentes del equipo
Los más talluditos recordarán la frase magistral del galés John Benjamin Toshack que lanzó para explicar a la prensa merengue el por qué apostaba por los mismos jugadores semana tras semana a pesar de que los resultados no acompañaban como deberían. «Los lunes pienso en cambiar a diez jugadores, los martes a ocho, los jueves a cuatro, el viernes a dos, y el sábado ya pienso que tienen que jugar los mismos cabrones de siempre». Una lapidaria frase que ya forma parte del fútbol patrio. Pues eso, y salvando las distancias y los protagonistas, puesto que Paco López es un recién llegado y apenas ha tenido la oportunidad de alinear tres veces, es a lo que se está acostumbrando un cadismo que ha visto pasar un verano decepcionante al tener que ver sobre el verde jornada tras jornada a los mismos de siempre y que con tanta resignación descendieron a Segunda de una manera tan triste como pésima.
Pero de todo esto hay que valorar, a pesar de todo, la actitud de unos jugadores que por más que son criticados por la prensa y por una gran amplia mayoría de la masa social siguen dando el do de pero por un equipo que, sin la participación de estos señalados, estaría mucho peor en la clasificación de lo que lo está, donde se encuentra a punto de los puestos de descenso a Primera RFEF. Además, y si se echa la vista atrás, son los mismos jugadores que ya la temporada pasada fueron los responsables de mantener al Cádiz CF con vida hasta las últimas cuatro y mentirosas jornadas. Los nombres los tienen todos en mente y no son otros que los denostados Iván Alejo y Chris Ramos, que ven de nuevo como tienen la ayuda inestimable en la segunda línea de hombres de club como Álex Fernández y Rubén Alcaraz.
En total, cuatro jugadores que por mucho que la grada pida caras nuevas son los únicos que siempre han demostrado vergüenza y, lo más importante, números, que son al fin y a la postre los únicos que dan y quitan razones.
Obviando la jornada inaugural en la que solo Alcaraz y Ocampo se salvaron ante un Zaragoza que humilló en su presentación al Cádiz CF de Paco López, tanto en el Ciutat de Valencia como en el Carranza ante el Levante y Tenerife fueron Iván Alejo y Chris Ramos, con la colaboración de Alcaraz, los que volvieron a resultar efectivos en pos del punto que se consiguió ante el Levante durante una segunda jornada para olvidar, otra más que sumar al partido entero ante el Zaragoza o la primera ante el Tenerife.
La falta de acierto en la segunda jornada ante el conjunto granota hizo que los amarillos llegasen al segundo tiempo en tablas, que fueron las que acabaron en el electrónico después de poder empatar el partido, que se había puesto muy cuesta arriba con el gol del azulgrana Roger Brugué. Los de Paco López no reaccionaban y solo gracias a las intervenciones prodigiosas de David Gil bajo palos y a una jugada protagonizada por Alejo y que finalizó con el penalti sobre Chris Ramos resuelto desde los once metros por Alcaraz en el 81' posibilitó que los cadistas estrenasen su casillero de puntos. Y, en efecto, la prolongación de la temporada anterior no solo era en la mala dinámica de no ganar, también en los responsables de sumar aunque fuese de uno a uno. Alejo llevaba el balón al área, donde aparecía Chris Ramos para meter la pierna en el momento oportuno para ser derribado por un oponente.
Pasado ese primer empate ante el Levante llegó la tercera jornada ante el Tenerife, que iba resultando tan aciaga como la de apertura contra el Zaragoza. Sin embargo, quiso el destino que el Cádiz CF se repusiera a un 0-2 que llemaba a bronca y lo hizo una vez más de las manos de los dos mismo hombres que obraron el empate en Valencia. Así, era de nuevo Alejo el que se internaba por su banda para meter un centro bajo al primer palo en el que volvía a aparecer el delantero gaditano, que se iba al suelo al notar el contacto de la patada de un rival. Penalti. Y si en el Ciutat de Valencia era Alcaraz, en Carranza fue Álex, que no fallaba desde la pena máxima a pesar de que su club quiso abrirle las puertas de salida a poco de concluir el mercado. No se durmió en los laureles Alejo, que volvía otra vez a aparecer para meter un centro espléndido con su zurda para que Paquito Mwepu resolviese en boca de gol salvando a su equipo de una nueva derrota en casa y a sus dirigentes de otra bronca en dirección al palco.
Ha pasado un año y las cosas siguen igual, lo que puede verse bueno para los optimistas y muy malo para los pesimistas. Sin embargo, lo cierto es que el Cádiz CF sigue en el alambre en el mejor de los casos y lo hace gracias a la aportación de los más señalados. Justo e injusto, esto es así.
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