Tenerife - Cádiz
Vértigo en Tenerife (2-1)
El Cádiz no se cree una ilusión y pierde ante un equipo que hiede a Primera RFEF
Así seguimos el directo
Chris Ramos no vio puerta en Tenerife.
A cuatro puntos se podía poner el Cádiz de los puestos de 'play off' y la pintaban calva para conseguirlo dado que visitaba el campo de un equipo que hiede a Primera RFEF a pesar del gran trabajo que está realizado Cervera al frente de un equipo que fue superior a los puntos y en ganas al once de Garitano.
Esta derrota supone la confirmación para muchos ilusionados de que este Cádiz tiene lo que tiene y con eso no le da para soñar. La dinámica de resultados eran buena, sí, pero las sensaciones de un equipo anodino, feo, tosco y poco creativo hacen el resto para que no pueda estar capacitado para grandes gestas más allá de la permanencia, conseguida a base de seriedad y modorra.
Se pudo meter de lleno en la pelea por el ascenso pero al once amarillo le entró el mal de altura propio de un equipo no acostumbrado a creerse mentiras como la que se estaban empeñando en contar forofos que hacían las cuentas de la lechera sin percatarse en el juego.
Salió Garitano con un once en el que se estrenaba Recio en el centro de la defensa junto a Chust y Zaldua y Climent como laterales. Alcaraz y Diakité formaron el doble pivote dejando las bandas a Matos y Sobrino. Ontiveros regresaba a la mediapunta y Chris Ramos se mantenía en la punta del ataque.
Sol radiante en Tenerife, toda una noticia en una piel de toro que está soportando unas lluvias que tienen al personal hasta la coronilla. Salió el Tenerife más enchufado a un partido en el que en apenas cinco minutos David Gil tuvo que intervenir en un par de ocasiones para impedir un gol olímpico y para parar un disparo centrado de Maikel Mesa en fuera de juego. Antes, Chust evitó un ataque chicharrero al peinar un buen centro que acabó en córner.
Gol en propia meta
Apaciguado ese arranque canario, el Cádiz se decidió a entrar en el partido; primero anulando al Tenerife a base de un fútbol incómodo y directo y, más adelante, ya adelantando las líneas con la firme intención de controlar a un equipo destruido. Sin embargo, no duró bastante ese breve dominio porque el Tenerife de Cervera no ha entregado la cuchara a pesar de tener un billete sacado ya para Primera RFEF. Fue así como los chicharreros se adelantaron en el marcador pasado el minuto 25 y tras una falta puesta con música por Luismi Cruz que Alcaraz, como antes Chust, peinó hacia su propia portería.
Decididamente, el gol le dio al Tenerife más alas aún ante un Cádiz que aloraba al mejor Ontiveros y que veía como el encuentro se adentraba en un callejón sin salida y con un gol en contra. Hubo que esperar al 38´de partido para ver acercarse por primera vez a los amarillos, aunque tampoco es que el cabezazo bombeado de Chris Ramos a centro de Climent inquietara demasiado a Edgar Badía.
Seguía siendo muy superior el Tenerife, que cerca estuvo del segundo tras un buen centro del zurdo Luismi Cruz que Diarra cabeceó fuera en una posición invalidada que, de entrar a gol, se hubiera revisado.
La pereza que despertaba el fútbol del Cádiz era proporcional al sopor de un partido que se iba al descanso entre disputas y discusiones de los jugadores amarillos, desquiciados más que por el rival por su falta de ideas.
Precisamente por eso, por la falta de ideas, Garitano sacó de inicio en la reanudación a Melendo en detrimento de Sobrino para darle al ataque algo de mayor creatividad de la que estaba teniendo. Y en efecto, el cambio de actitud fue desde el comienzo de la segunda mitad porque el ataque amarillo pronto a dar señales de vida aunque sin el peligro deseado.
Paso adelante
Movía el banquillo Garitano metiendo a Carlos Fernández e Iza para darle mayor profundidad a un equipo que comenzaba a ver cómo el guion venía a ser el que es para un Tenerife que va de más a menos conforme avanzan los minutos y se va despreocupando, más por impotencia, del balón.
No andaba muy fino el meta Edgar Badía y sabedor de ello Ontiveros se marcó un golpe franco directo que el portero no blocó bien y el rechace no fue aprovechado por Carlos Fernández, que minutos después se desquitaba con un pase de espuela precioso a Chris Ramos que el gaditano no supo aprovechar lanzando alto y presionado por dos centrales.
Encerró descaradamente ya el Cádiz al Tenerife, que tras una asistencia de Chris Ramos a Melendo el catalán tardó un mundo para disparar y cuando lo hizo se le echó encima un defensa. Se olía el empate y tuvo que salir de las botas de Ontiveros, que se adentró en el área metiendo quinta y fue derribado por Aitor Sanz para que desde los once metros empatase el recién salido Álex.
Pese a lo que se podía esperar, no entregó las armas el Tenerife, que lo intentó con dos llegadas tras un remate de cabeza de Bodiger a las manos de David Gil y de otra donde resbaló Enric Gallego antes de rematar. Más clara la tuvo Cantero, que falló ante David Gil un rechace del arquero a disparo de Waldo.
Y tanto fue el cántaro a la fuente que Enric Gallego lo rompió batiendo a David Gil tras un magnífico centro de Waldo con el que el Cádiz quedaba retratado a pesar de que en la última jugada de partido se quedara cerca del empate, pero ni la volea de Alcaraz repelida por Badía, ni el centro chut de Climent escupido por el travesaño ni el disparo a cara de perro de Ontiveros y rechazado en la defensa, ni por último el rebote de Melendo al palo quisieron entrar.
Se acababa así lo que, por otro lado, nunca debió pensarse dado que este Cádiz está para no perder la categoría y poquito más. Muy poquito más.
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