La sala de máquinas, bajo mínimos

La sala de máquinas está bajo mínimos. Hasta cuatro profesionales están en el dique seco, bien por precaución, bien por lesión. Y es que ya se sabe que uno de los departamentos del club donde más rige la ley del silencio informativo por defecto es la que atañe a la enfermería, allí donde deben estar los jugadores no aptos para jugar bolos.

Más allá de las imposiciones y silencios de los clubes actuales, siempre hay alguien que habla sin abrir la boca. Y en el mundo del fútbol ese alguien es el terreno de juego, ese que da y quita razones o muestra a las claras aquel que está en condiciones de jugar y aquel que no. Y si para un amistoso de verano no se está es que la forma física no debe ser la más óptima.

En estos momentos, Paco López cuenta con hasta cuatro lesionados importantes -a falta de partes médicos oficiales, llamémosles así- de cara al inicio liguero. Y no son de los del montón, no. Por un lado, está Rubén Alcaraz, el titular indiscutible en los dos últimos años y en el que hay puestas todas esperanzas y más para que sea, un año más, el encargado de tirar del carro de la ilusión aunque con algo más de fútbol que el pasado curso. Por otro está la cruz de esa misma moneda, el argentino Escalante, la gran decepción de la pasada campaña en la que nunca terminó de estar entre lesiones, irregularidad, mal estado de forma y ausencia de implicación. Ahora, por lo que poco que se está dejando ver, no parece que le esté dando un giro radical a su rendimiento.

En la segunda línea aparece el inestable Koaumé, quien no quiere seguir en el Cádiz CF en Segunda y en el que Paco López confía para hacer jugar de forma más vistosa y alegre a un equipo acostumbrado en los últimos años a ser más de reacción que de acción. El africano sigue sin disputar ningún amistoso a pesar de que ya entrena con el equipo una vez recuperado de la lesión (una rotura en el tendón del aductor) que lo apartó de la recta final de la liga pasada. Y por último, Fede San Emeterio, otra gran incógnita debido a sus eternos problemas de rodilla que ya le amargaron toda la temporada pasada. En el mejor de los casos, y según sus propias palabras, el cántabro estará a disposición de su míster a mediados de septiembre.

Así están las cosas en una sala de máquinas en la que temporalmente se encuentran muchos canteranos. De hecho, jóvenes como Bastida, Raúl López y Diakité están echando un cable a Álex Fernández y Tomás Alarcón, que son quienes más minutos están disputando este verano dentro de una sala de máquinas que, a petición del jefe, este año va a necesitar de más ingenieros que de obreros. Habrá que esperar.